Hollín, olores y aire contaminado: compleja realidad de comunidad vecina a ladrilleras en La América
Las autoridades ambientales y representantes de las ladrilleras aseguran estar haciendo todo lo posible para subsanar los problemas que denuncia la comunidad.
Medellín, Antioquia
Caracol Radio conoció la denuncia de la comunidad de las unidades Laureles Campestre, Rio Campestre y Plaza Campestre, del barrio Santa Teresita de la comuna 12, La América, en el centro occidente de Medellín, quienes alegan que su calidad de vida se está viendo afectada por la presencia de olores fuertes, hollín y aire contaminado que al parecer vendrían de las chimeneas de la ladrillera El Noral y otras cercanas al sitio. Relatan que en horas de la noche deben cerrar puertas y ventana como intento para disminuir el ingreso de olores y contaminantes, los cuales, según indican, han provocado quebrantos en su sistema respiratorio. Además, en videos entregados a este medio de comunicación, se aprecia como, al pasar un trapo o servilleta sobre superficies como barandales o mesas de algunas de las casas de estas unidades, el elemento queda impregnado de un polvo negro que al parecer sería hollín.
Agregan que han denunciado estos hechos a las diferentes autoridades competentes, y hasta se realizó una sesión descentralizada del concejo de Medellín para abordar la problemática, pero hasta la fecha, aseguran que la situación no ha cambiado.
Juan Pablo Medina es uno de los denunciantes, y manifestó lo que diariamente deben vivir por la situación con la calidad del aire.
“Es un olor a azufre, es muy penetrante, te seca las mucosas, la parte de la garganta y las vías respiratorias. Se genera una especie de hollín, una especie de polvillo negro, que inclusive si pasas la mano por los pasamanos de los balcones, te puedes dar cuenta que te queda la mano de negro”.
Por su parte, Liliana Gaviria, otra de las residentes de las unidades afectadas, declaró las consecuencias en salud que están viviendo sus familiares y conocidos por lo que serían al parecer las labores de la ladrillera.
“La situación es como si nos colocaran un mofle de un carro diésel, y nos lo aceleraran en el interior de todos los apartamentos. Nosotros tenemos que cerrar todas las ventanas, todas las zonas comunes, no podemos dejar absolutamente nada descubierto porque si no se nos entra el humo y empiezan todos los mareos, los dolores de cabeza y la situación muy incómoda para la salud de todas las personas”.
Una de las evidencias presentadas por la comunidad son los reportes de la nube 317 del Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el Valle de Aburrá, SIATA, el cual registra desde hace cerca de tres meses picos de contaminación que van desde los 50 hasta los 250 microgramos de material particulado 2.5 por metro cúbico, normalmente de entre las 12 de la madrugada y las 5 de la mañana. Para hacer un comparativo, para la regulación colombiana, se considera dañino si la concentración es superior a 40.
Podría generar enfermedades graves: experto
Para conocer las repercusiones reales de este panorama, Caracol Radio consultó al medico cirujano Juan Gabriel Piñeros Giménez, doctor en salud pública y coordinador del grupo de investigación de salud y ambiente de la Universidad de Antioquia. El experto alertó que exposiciones a altas concentraciones de material particulado 2.5 en pequeños intervalos de tiempo, como al parecer reporta este caso, podrían generar problemas en la fisionomía corporal de orden respiratorio o cardiovascular, es decir, enfermedades como asma o problemas del corazón.
“Pueden generar problemas en la fisiología pulmonar, constricción de las vías aéreas que puede llevar a problemas de crisis respiratorias, crisis asmáticas, podrían ocasionar algunos problemas de orden cardiovascular. Toda la población que vive alrededor de estas ladrilleras se expone y se expone de manera crónica, sobre todo las personas que residen cerca a estos lugares o que trabajan en esos lugares”.
El señor Piñeros hizo un llamado a prestar especial atención a la salud de infantes y de personas en la tercera edad que vivan en el sector, además de trabajadores de las ladrilleras. Además, señaló que la situación no es nueva, por la presencia de ladrilleras y canteras regulares e irregulares en la zona que, según dijo, han afectado la salud de los habitantes del occidente de Medellín, en especial los de la comuna 16, Belén y el corregimiento de Altavista.
Corantioquia y Área Metropolitana, autoridades ambientales
Caracol Radio consultó a dos autoridades ambientales para conocer la realidad sobre la situación en el sector, al Área Metropolitana del Valle de Aburrá, que regula el sector urbano, es decir, las unidades residenciales, y a Corantioquia, que regula las ladrilleras. Corantioquia, a través de un comunicado, respondió que ha hecho visitas de control y seguimiento a las empresas ubicadas cercanas a la zona afectada, sin embargo, a la fecha no han podido determinar si es la fuente de los olores ofensivos. Y sobre la chimenea de la ladrillera El Noral, indicaron que la empresa está cumpliendo la obligación de intervenirla para regular sus emisiones.
Por su parte, el Área Metropolitana respondió que desde hace dos meses están realizando acciones con el objetivo de dar solución a la problemática que afecta a la comunidad, pero señalaron que los olores identificados no representan riesgo, por lo cual y según la autoridad ambiental, no se puede clasificar como un problema de salud pública, sin embargo, asumieron que si se están generando emisiones dispersas que pueden provenir de diferentes fuentes, por las 10 ladrilleras que operan en Altavista.
Las dos entidades puntualizaron que producto de la situación se conformó un grupo entre Corantioquia, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y el Distrito de Medellín a través de su Secretaría de Medio Ambiente para trabajar en acciones articuladas en favor de mejorar la calidad del aire del sector que continuará durante el 2025.
Se está haciendo todo lo necesario para hallar y solucionar el problema: Asociación de Ladrilleras Unidas de Antioquia
Caracol Radio contacto a Víctor Manuel Aristizábal Gil, director de la Asociación de Ladrilleras Unidad de Antioquia, para conocer la versión de las ladrilleras sobre la situación, a lo cual respondieron que no son ajenos a la situación por lo cual están realizando investigaciones profundas junto con las autoridades ambientales para brindar soluciones a la comunidad, pues asumieron que la actividad de las ladrilleras podría estar relacionada con la contaminación del sector. Además de esto, implementaron múltiples medidas para buscar el fin de la problemática. El señor Aristizábal mencionó cuales fueron.
“Las chimeneas que eran cuatro originalmente, toda la vida en la ladrillera se redujeron a una sola chimenea de 30 metros de altura, con lo cual la dispersión de los contaminantes se hace mucho más elevada. A raíz de la construcción de esta chimenea, pues hay que volver a calibrar todos los equipos de combustión de la ladrillera. Estamos haciendo en este momento todas estas calibraciones con miras, haciendo unas mediciones de control en los próximos días que terminen las calibraciones y estamos sellando toda cuanta fuguita pueda convertirse en una fuente dispersa. Así nosotros no la consideremos grande”.
El director recordó que, además de las ladrilleras reguladas y legales, en el sector hay presencia de canteras y ladrilleras irregulares que podrían estar generando esta situación. Al ser preguntado por el aumento de emisiones en horas de la madrugada, esto respondió.
“Nosotros ya tenemos implementados un sistema de cámaras nuevo en la fábrica para vigilar la operación nocturna. Estamos haciendo visitas sorpresas, pero cuando nosotros hacemos las mediciones de emisión de los hornos, estas mediciones se hacen durante varios horarios. Nosotros no tenemos en la noche más consumos de carbón. No tenemos ninguna condición anormal porque habrá personas que piensan que es que hacemos actividades clandestinas al amparo de la noche”.
Por último, tanto la comunidad como las autoridades esperan que lo más pronto posible sea encontrado y subsanado el foco de la contaminación para que así esta disminuya y cese la realidad que padece la comunidad de La América, la cual estaría viendo afectada su salud y vida diaria por la presencia de hollín, fuertes olores y aire contaminado en sus hogares.