Previo a la gran final del fútbol colombiano entre Atlético Nacional y Deportes Tolima (serie que va empatada a un gol en el marcador global), Efraín Juárez habló ante los medios de comunicación sobre la gran ilusión que tienen sus dirigidos de conseguir no solo la estrella 18 para el cuadro antioqueño, sino también hacer historia al conquistar el doblete (ya fueron campeones de Copa Colombia).

Adicionalmente, el entrenador mexicano se mostró cauteloso de cara al encuentro definitivo, teniendo en cuenta que la serie continúa abierta y el rival, que por cierto se consolidó como uno de los mejores equipos del año en la reclasificación, seguramente saldrá a buscar la victoria.

“Siempre respetamos al rival, sabiendo que ha sido el equipo más regular del año. Los números no mienten. Ahora, también sabemos lo que somos y lo que tenemos. Esto no es un envión, porque esos duran 2 semanas, lo viví como jugador. Si no trabajas y las cosas no están claras, pasa lo mismo. Esto es puro trabajo. Tenemos un rival en frente que querrá lo mismo que nosotros y depende de nuestra gente hacer nuestro partido, cumplir el plan y que cada uno entienda su rol. Yo como entrenador debo ser específico con lo que indico para que todos entiendan su trabajo”, sentenció.

El partido de vuelta de la final se llevará a cabo en el Atanasio Girardot de Medellín a partir de las 6 de la tarde. Recuerde que las emociones de este partido podrá vivirlas en la transmisión de El Fenómeno del Fútbol de Caracol Radio, así como en el minuto a minuto de Caracol Deportes.

Rueda de prensa de Juárez

Nacional es más que un equipo, es una familia: “Parte de ser entrenador es saber gestionar un grupo, los jugadores, jerarquías. Más que hacer una buena gestión, hemos podido armar una familia y todo lo hacemos por Atlético Nacional. Eso hace parte de la competitividad. Hoy hablábamos que juegue el que juegue, se le desea lo mejor, porque lo que hacemos es por nuestra hinchada. Tengo 26 jugadores y cualquiera puede ser titular o suplente. Ellos compiten día a día por un lugar y hemos crecido juntos para llegar hasta este punto”.

Representar a México en el fútbol colombiano: “Para mí siempre es un orgullo. He tenido la oportunidad de ser campeón del mundo sub-17 con mi país, poder jugar un Mundial de Mayores. Representar a tu país es lo mejor que te puede pasar. A la distancia quiero aportar mi grano de arena para representar dignamente a la nación. Soy mexicano 100 por ciento, siempre. Bien o mal, siempre salir de casa es difícil, pero con el apoyo de mi gente quiero decirles que hay un mexicano tratando de poner el nombre del país en lo más alto”.

Cero y van dos finales en cuatro meses: “Es un sueño poder cargar esa copa. Entendemos que es paso a paso, el equipo está comprometido pensando en que tendremos esa oportunidad. Hay un rival en frente que también quiere lo mismo. Uno de los objetivos, desde que llegamos, de tratar de pelar por campeonatos. Cuando llegué, dije que prometer títulos es complicado, no existe e incluso es una falta de respeto; lo que prometimos fue que Nacional regresaría a pelear títulos, como siempre lo ha hecho, y hoy vamos por el segundo. Ya tuvimos el de Copa y ahora en nuestra casa debemos hacernos fuertes, hacer un partido inteligente. Ojalá se nos dé para cargar esa hermosura mañana”.

Presión alta, pero con inteligencia: “Es imposible presionar 95 minutos, pero en el mayor tiempo de las posibilidades trataremos de hacerlo. La idea no va a cambiar, todos saben cómo juega este Nacional. Trataremos con nuestras armas de agredir al rival y después veremos cómo avanza el tema”.

Nacional es más que un solo jugador, es un equipo: “Sabemos de la calidad de Marino (Hinestroza), pero este es un conjunto, no dependemos de un solo jugador, tenemos la fortuna de eso. Entendemos de su capacidad y calidad, peo así como puede ser titular Marino, también están Asprilla, Sarmiento, Parra. Entendiendo eso, cada uno tiene su labor y debe cumplirla en el campo”.

El grupo sabe a lo que debe jugar en la final: “Haremos lo que venimos haciendo, no vamos a cambiar. Todos saben a qué jugamos, empezando desde el orden, pasando por nuestras herramientas ofensivas. Respeto cada opinión. Estoy feliz, motivado y contento porque sé que mi grupo en cada partido sigue el plan. Eso para mí es disciplina, orden. Con eso me quedo porque me deja muy tranquilo”.

No la ha pasado fácil en Colombia, pero fue respaldado: “Agradecido con mis jugadores, mi familia, como les digo. Ellos son los que me respaldan. Los entrenadores somos hijos de los resultados, si no se dan, sería otra circunstancia en la que estaríamos. Soy un privilegiado de dirigir una familia que entiende mi idea y que la ha plasmado. Pasamos situaciones complicadas en todos los sentidos y ellos nos han respondido en todo sentido. Es meramente de ellos. Siempre ha habido dudas y habrá, es parte del futbol, porque permite hablar de diferentes situaciones. Me concentro en mi grupo, mi equipo, mi club. Que hablen, sea bueno o malo, porque la indiferencia es lo peor que le puede pasar a un ser humano. Debemos asumir esto con responsabilidad y ojalá podamos satisfacer todas las ganas y los deseos del hincha. Trataremos de ir por el partido, como siempre lo hemos hecho en condición de local, y ojalá darles una alegría a los que apoyaron desde el principio y a los que no”.

Así debe jugarle al Tolima: “En el análisis que hicimos del rival con mis analistas y el cuerpo técnico, entendíamos que era importante tener una buena posesión en el primer partido, sabiendo que tiene gente rápida por dentro, meten a los laterales. Debíamos quitarle la posesión y cerrar espacios, entonces el plan de partido se llevó a cabo perfectamente hasta la expulsión. Dormiremos tarde tratando de analizar y ver qué hacer para la final y ya veremos qué pasa”.

A puertas de hacer historia en su primera etapa como DT: “He tenido la fortuna de jugar en muchos lugares del mundo, cuando pasan estas situaciones (jugar la final) siempre hay una trascendencia en sitios donde he jugado o estado. Siempre da repercusión. Me han hablado incluso desde Bélgica, porque no es normal en 4 meses haber jugado dos finales. No es fácil, ni algo que se dé de la noche a la mañana. Es un proceso largo”.