En Pitalito Huila, los presos salieron a trabajar en obras comunitarias.
La estrategia de la administración municipal con el apoyo del INPEC, busca transformar vidas y contribuir al bienestar de la comunidad.
Neiva
La administración municipal de Pitalito y el INPEC, mediante un convenio, han puesto en marcha un ambicioso proyecto que busca transformar vidas y contribuir al bienestar de la comunidad.12 reclusos —11 hombres y 1 mujer— participaron en trabajos de mejoramiento del polideportivo del barrio Venecia, en una colaboración conjunta entre la administración municipal, el INPEC y la Junta de Acción Comunal.
El alcalde de la localidad, Yider Luna, destacó el compromiso del INPEC con la resocialización y la formación laboral de los reclusos, quienes, una vez cumplida su condena, estarán mejor preparados para reintegrarse a la sociedad como ciudadanos responsables. “Muchos de ellos ya cuentan con las herramientas necesarias para salir y trabajar de manera honrada”, afirmó.
La iniciativa no es un hecho aislado. Durante el año, los reclusos han participado en diversas actividades, como la Orquesta del INPEC, que se presentó en las fiestas del San Pedro, y la exhibición de artesanías en las ferias de Pitalito, mostrando el talento y el esfuerzo de quienes buscan una segunda oportunidad.
María Fabiola Rivera, reclusa del Centro Penitenciario y Carcelario del INPEC, expresó su gratitud por esta experiencia: “Después de 53 meses encerrada, poder salir y devolver a la sociedad con trabajo es algo que jamás pensé posible”. Por su parte, otro interno que lleva 12 años privado de la libertad, resaltó la diferencia que este tipo de actividades hace en su proceso de rehabilitación: “Salir a hacer cosas buenas me hace sentir que puedo cambiar y aportar a la comunidad”.
El proyecto también tiene una proyección a futuro. Según la administración municipal, en 2025 se espera vincular a más reclusos en obras comunitarias, como la construcción de placas huellas, mejoras de vivienda y zonas deportivas, en un modelo que no solo mejora la infraestructura local, sino que también brinda un nuevo sentido de vida a los reclusos.