No hay dudas, TransMilenio no funcionaría sin recursos públicos: exsubgerente Hidalgo

El exsubgerente de TransMilenio, Darío Hidalgo, estuvo en 6AM para abordar la problemática en la que el alcalde Galán expresó que el aumento en los pasajes se debe a que el Gobierno no ha entregado recursos para financiar parte de este sistema. Por su parte, el presidente Petro asegura que, como alcalde, nunca necesitó recursos nacionales para este fin.

En este orden de ideas, Hidalgo explicó que durante la alcaldía de Gustavo Petro no se recibieron recursos del Gobierno Nacional. Dijo que se empezó a girar de manera importante apoyo público al transporte en la implantación del SITP (Sistema Integrado de Transporte Público de Bogotá).

Agregó que más adelante, en la alcaldía de Claudia López, se recibieron recursos del gobierno de Duque y también del mismo Gobierno Nacional de Gustavo Petro el año pasado. El experto aseguró que, en la actualidad, un sistema como TransMilenio no puede funcionar sin recursos del Gobierno Nacional.

¿El sistema de transporte puede funcionar sin apoyo público?

Hidalgo afirmó que la discusión se debe enfocar en todo el Sistema Integrado de Transporte Público, no exclusivamente de las troncales de TransMilenio. “El componente zonal es el que más absorbe recursos y no puede funcionar sin apoyo público”, afirmó.

Explicó que esta ayuda es normal en diferentes partes del mundo, donde no se financia completamente la operación y los buses con la tarifa, sino que se reciben recursos para la compra de buses o para apoyar la operación.

Para el caso de Bogotá, existe un costo total de apoyo público de 3.1 billones de pesos, que se financia con impuestos, en este momento, solo de los bogotanos, aseguró el experto. “La otra mitad de la operación del sistema se financia con la tarifa, aportes de los usuarios”, dijo.

¿Qué pasa si no se recibe el apoyo del Gobierno Nacional?

Hidalgo sostuvo que el apoyo nacional es opcional; dijo que no es una obligación del Gobierno Nacional apoyar a las ciudades en el transporte público. “Esa es una competencia asignada a los alcaldes en las ciudades del país. La verdad es que, si se recibe ese apoyo, se disminuye la presión sobre las finanzas locales y los alcaldes podrían tomar la decisión de no subir la tarifa”, agregó.

El exsubgerente expresó que girar recursos no es algo que el Gobierno Nacional esté obligado a hacer. Para el experto, es una cuestión de voluntad política, enmarcada en el Plan Nacional de Desarrollo, específicamente para el apoyo en la adquisición de flota.

“En el caso de Bogotá, se trata de flota de bajas y cero emisiones, que ya se adquirió. En el futuro, lo que esperamos es que el Gobierno Nacional vuelva a acompañar a la ciudad en la adquisición de nueva flota, especialmente eléctrica”, añadió.

Tensión entre Gobierno Nacional y Alcaldía

Es normal que haya tensión. Durante la administración de Claudia López, se solicitó al Gobierno Nacional recursos para Bogotá, aunque hubo posibilidades de obtenerlos, no se presupuestaron ni se concretaron. Culpar al Gobierno Nacional por el aumento de la tarifa es un escenario complejo; la realidad es que esa ayuda hubiera sido valiosa, pero no se materializó.

“Diariamente, hay más de cuatro millones de usuarios. La mitad de ellos viajan en el sistema troncal, y la otra mitad en los buses zonales (azules, verdes y amarillos). Es un sistema que debe operar de la manera más eficiente posible, pero requiere recursos públicos”, destacó Hidalgo.

Adicionalmente, uno de los debates más recurrentes es sobre los operadores privados, responsables de los contratos con la ciudad. Aunque algunos argumentan que no debería ser así, la operación pública ha demostrado ser más costosa y menos eficiente. Por ejemplo, los buses operados por el Metro de Medellín en Colombia tienen costos mayores que la operación privada en Bogotá.

Finalmente, lo anterior no significa que lo privado siempre sea mejor, pero requiere una gestión adecuada. “Debemos trabajar en garantizar que esos contratos funcionen adecuadamente. Muchas veces, el debate se queda en una posición ideológica entre lo público y lo privado”, concluyó el exsubgerente de TransMilenio.