El viche, un destilado artesanal que refleja cultura, historia y tradición
El consumo de viche ha tomado fuerza en los últimos años, gracias a sus particulares características organolépticas y su versatilidad a la hora de ser consumido, ya sea puro o para preparar diferentes bebidas y platos.
Bogotá
Hay retornar en el tiempo para saber que usos tenía una de las bebidas más famosas: el Viche, utilizado muchas veces para la curación de dolores estomacales, limpiar las mordeduras de serpientes o culebras y hasta ayuda a controlar los parásitos intestinales. Además, se dice que ayuda a la sexualidad, diciendo que es una bebida afrodisiaca.
Con la llegada del fin de año y sus festividades, el consumo de bebidas aumenta, convirtiéndose en el momento perfecto para compartir con familiares, amigos y seres queridos. En este contexto, el viche se presenta como una opción para celebrar. Esta bebida natural, artesanal y espirituosa posee una rica tradición cultural que evoca la unión y el fortalecimiento de los lazos familiares y Mano de Buey, originario de Soledad Curay, en el Litoral Pacífico Nariñense, San Andrés de Tumaco, se presenta como alternativa para brindar en ocasiones especiales como las que se avecinan, de manera saludable y segura.
El nombre “Viche” llegó a Colombia desde África, traído por las familias esclavizadas. Su significado es “verde”, haciendo referencia a un destilado que no ha sido terminado, es decir, que no ha pasado por un proceso de doble destilación. Por esta razón, la producción de esta bebida es 100% natural, sin adición de agua para su hidratación, y libre de conservantes y saborizantes, a diferencia de los procesos industrializados. Las características especiales de Mano de Buey son resultado del territorio, su biodiversidad, su proximidad al Océano Pacífico y sus buenas prácticas de manufactura.
Consumir Viche/Biche también contribuye a la conservación de la biodiversidad, ya que la siembra de caña utilizada en el proceso se cultiva en pequeñas parcelas y como cultivos permanentes alrededor de plantas frutales, con el objetivo de equilibrar los suelos. Además, algunas de estas especies utilizadas se destinan a la siembra para el ‘pancoger’, lo que convierte a Mano de Buey en un producto sostenible y sustentable, siendo un producto profundamente enraizado en el territorio. Se ha destacado por su calidad, lo que ha permitido que el voz a voz sea la herramienta más poderosa para su comercialización. Más información en @vichemanodebuey.