¿Por qué se celebra el 7 de diciembre encendiendo velitas?
La tradición se comenzó a dar desde el año 1854.
Cúcuta
Desde hace 170 años, un 8 de diciembre de 1854, en la Basílica de San Pedro en Roma, el Papa Pío IX anunció el dogma de la Inmaculada Concepción, creencia católica que afirma que la Virgen María es preservada del pecado original. Desde ahí, se inició con esta tradición que año a año se celebra cada 7 de diciembre, pasadas las 7:00 P.M. de encender velitas.
“Encender velas, esa luz, se basa en la biblia. Jesucristo se dice de sí mismo que él es la luz que viene al mundo. Por eso la iglesia toma las velas, por ejemplo, encima del altar, en las casas, porque Jesucristo es la luz del mundo y es una manera de materializar la presencia de Jesús entre nosotros. Cualquier celebración, desde los inicios de la iglesia hasta la actualidad, cuando hay un anuncio de fe de los cristianos, la manifestamos con los las velas” expresó el padre Fray Gustavo Alvarado.
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Continúo narrando que, una vez, en el siglo XIX, el Papa Pío IX estableció que María es Inmaculada, “al anunciarlo al mundo entero, la iglesia se alegra por esa noticia, por esa novedad en la fe y se comienzan a encender velas, como antesala al 8 de diciembre, en manifestación que sí se cree que María Santísima es madre de Dios y madre nuestra”.
¿Las velitas se deben marcar con deseos?
Expresó el padre que “los deseos del ser humano son buenos en cuanto no le hagan daño a nadie. El sentido de colocarle palabras a cada velita como salud, dinero, amor o el nombre de cada persona, hace que se pierda por completo el sentido original de lo que es verdaderamente encender las velas el 7 de diciembre, porque se convierte es como en una fábrica de deseos, en una forma de pedirle cosas a Dios, que no es malo, pero no es el momento, no es el sentido original de prender las velas, que consiste en manifestar la fe” dijo Alvarado.
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Agregó además que no tiene ningún sentido encender cada velita y quemar pólvora, recordando que esto afecta a muchos animales y ahí ya estamos haciendo un daño. O encender estas velitas y embriagarse, “porque esto es una celebración que no tiene nada que ver con el sentido original de esta tradición, que consiste en reafirmar que creo en Jesús y que creo en la Inmaculada Concepción de María”.
Finalizó haciendo un llamado a vivir esta festividad con mucha responsabilidad y respeto, pero sobre todo, con mucha fe.