Córdoba tomó la bandera de los XXIII Juegos Nacionales y VII Paranacionales 2027
Se espera la llegada de 20 mil personas, incluyendo 9 mil deportistas, y se invertirá en infraestructura deportiva y servicios logísticos.
El gobernador de Córdoba, Erasmo Zuleta, recibió la bandera de los próximos Juegos Nacionales.
Montería
La emoción y el orgullo invadieron el Coliseo Mayor de Manizales durante la clausura de las justas realizadas este año en el Eje Cafetero. En ese escenario, el gobernador Erasmo Zuleta Bechara recibió la bandera y la antorcha de los XXIII Juegos Deportivos Nacionales y VII Juegos Deportivos Paranacionales 2027, un símbolo de la confianza depositada en Córdoba como sede principal de este magno evento.
Este momento histórico no solo representa un hito para el deporte en la región, sino que también anticipa un nuevo capítulo en el desarrollo turístico y la infraestructura de Córdoba y Sucre. La elección de estos departamentos como sedes de los juegos es un reconocimiento a su capacidad organizativa y a su potencial para ofrecer experiencias únicas a los visitantes.
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“En Córdoba es la cita”, afirmó el gobernador Zuleta Bechara, mientras expresaba su gratitud al Ministerio del Deporte por la confianza depositada en su departamento. La expectativa es recibir a cerca de 20 mil personas, entre ellas unos 9 mil deportistas, junto con sus cuerpos técnicos y familiares, lo que consolidará a la región como epicentro deportivo y turístico del país.
Los escenarios deportivos de Montería, Cereté, Ciénaga de Oro, Lorica y San Antero, en Córdoba, y Sincelejo, Coveñas y Santiago de Tolú, en Sucre, serán testigos de la pasión y el esfuerzo de los deportistas. Estos municipios contarán con proyectos de inversión para mejorar y construir infraestructura deportiva, así como para fortalecer áreas como la capacidad hotelera y los servicios logísticos.
La cita es clara: en 2027, Córdoba y Sucre se convertirán en el escenario de un evento que marcará un hito en la historia deportiva, turística y de infraestructura del país. La emoción ya es palpable, y la expectativa es alta. ¡La cuenta regresiva ha comenzado!
