Abogado que defiende al alcalde de Tunja en proceso también tiene contrato con la alcaldía
Así lo denunció el periodista Yohir Akerman en columna de opinión en la Revista Cambio
Tunja
El alcalde de Tunja, Mikhail Krasnov, enfrenta señalamientos de corrupción relacionados con la administración de recursos públicos. El caso más reciente involucra el pago de su defensa legal en el proceso disciplinario que adelanta la Procuraduría General de la Nación, utilizando contratos del municipio para financiar los honorarios de su abogado, una práctica que debería ser asumida con recursos personales.
La polémica por sus contratos previos
En noviembre de 2023, se publicó una columna que revelaba la posible inhabilidad de Krasnov para ejercer como alcalde debido a dos contratos suscritos con la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC) durante el año previo a su elección, en octubre de 2023. Según la Ley 617 de 2000, estos acuerdos, firmados en 2022, cumplen con los criterios para configurar inhabilidad: fueron suscritos con una entidad pública, en interés personal y ejecutados en Tunja, municipio donde asumió el cargo.
El 18 de abril de 2024, la Procuraduría abrió una investigación, calificando la conducta de Krasnov como una falta gravísima con dolo, lo que impactó negativamente la confianza ciudadana en las instituciones públicas.
Defensa financiada con recursos municipales
La situación se agrava con la contratación del abogado Juan Javier García Carrizosa, quien firmó un contrato con la Alcaldía de Tunja por 13.200.000 pesos para prestar servicios jurídicos, supuestamente destinados a la Secretaría del Interior, pero que en la práctica parecen destinados a defender al alcalde en su proceso disciplinario. Este acto constituye un posible uso indebido de recursos públicos para fines particulares.
Historia de presunta corrupción en la contratación
No es la primera vez que Krasnov utiliza la contratación pública para resolver sus problemas legales. En 2023, dos demandas de nulidad electoral en su contra terminaron retiradas o desestimadas en circunstancias cuestionables. Una de estas fue presentada por un abogado que posteriormente se convirtió en contratista de la Alcaldía, mediante un acuerdo por más de 54 millones de pesos.
En otro caso, el magistrado encargado de una demanda contra Krasnov tenía un vínculo personal con la madre de su hija, quien a su vez era contratista del municipio. Esta conexión genera dudas sobre la imparcialidad en las decisiones judiciales que favorecieron al alcalde.
La Contraloría entra en escena
La Contraloría debería investigar estos hechos, que involucran la posible malversación de recursos municipales para comprar silencios, influir en decisiones judiciales y financiar defensas legales personales. Esta red de irregularidades demuestra cómo la corrupción puede camuflarse tras contratos aparentemente legítimos.
Este fin de semana Caracol Radio fue testigo de un encuentro en el marco del Festival de la Cerveza que se realizó en el Centro de Convenciones de la Cámara de Comercio de Tunja, entre Sara Catalina Pedraza quien fue la gestora social de Tunja a comienzos de año por su relación sentimental con el alcalde Mikhali Krasnov, en las calles se comenta que la mujer se fue a Bogotá a estudiar una maestría que estaría pagando el alcalde.