¿Qué pasará en Estados Unidos si gana Kamala Harris? Analistas responden
Mientras se estima que un gobierno de Kamala Harris no variaría mucho de la administración Biden, tampoco se pronostica que un triunfo de Trump resulte en un caos en las relaciones internacionales.
Ante la jornada electoral en Estados Unidos y la poca posibilidad de previsión para determinar cuál de los dos candidatos ganará las elecciones, Caracol Radio habló con analistas para tener claridad sobre lo que le espera a la mayor economía de América tras las votaciones del 5 de noviembre.
Estos son los analistas consultados:
- Mario Urueña, Profesor de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, doctor en Derecho, magíster en Geopolítica y Politólogo y experto en temas de seguridad y conflictos.
- Mauricio Jaramillo, analista internacional y profesor principal en la Facultad de Ciencia Política de la Universidad del Rosario.
¿Qué le espera a Estados Unidos si gana Kamala Harris?
Mario Urueña señaló que un triunfo de Harris se esperaría “más que todo en el frente internacional una continuidad, es decir, en los frentes prioritarios de Estados Unidos como el apoyo a la OTAN y con la OTAN hacia Ucrania frente a Rusia, el apoyo irrestricto a Israel frente a Hamás y frente a sus vecinos se mantendría totalmente invariable”.
“En política doméstica la política económica seguramente será igual. No creo que haya un unos cambios significativos. Tal vez puede que por la trayectoria de Harris haya más ímpetu en la restauración y la defensa de los derechos civiles, sobre todo las minorías lgbtiq+”, agregó Urueña.
El profesor resaltó que se debe tener en cuenta que independientemente de un gobierno republicano o demócrata, ambos tienden a favorecer y mantener la burocracia y un esquema predecible y de continuidad en el que no existen “cambios significativos”.
Por su parte, Mauricio Jaramillo respaldó la idea e indicó que no habría “muchos cambios respecto a Joe Biden, es decir, la misma postura frente a Ucrania, política exterior, enfriamiento de la relación con América Latina. Estados Unidos en este momento no tiene ningún interés por profundizar esto porque está metido en sus temas domésticos y obviamente mantendría este modelo de equilibrio entre impuestos al gran capital, intervención muy tímida del estado en la economía, y tratar de mantener esta idea del estado de bienestar”.
Sobre Harris, Jaramillo señaló que probablemente Kamala no va a tener una variación en la postura de derechos humanos dado que “es una persona que viene de la Fiscalía que cree en la idea de mano dura entonces a ella le viene a enfrentar a Trump porque es de los sectores que creen más en la fuerza del partido demócrata y con eso Trump no tiene como desmarcarse”.
“La verdad vería con ella una continuidad respecto de lo que ha hecho Joe Biden, pero una presidenta mucho más activa, mucho más presente, porque pues, por obvias razones Joe Biden no puede, no le da el cuerpo para ser un presidente tan activo”, cerró Jaramillo.
¿Kamala lograría distanciarse de las políticas del gobierno Biden?
Jaramillo estimó que “es posible que se distancie de algunas medidas pero en lo fundamental no. Va a ser un gobierno demócrata, va a ser un gobierno más que va a sufrir los cuatro años de desgaste de Biden. Harris no es reelegida, pero sufre de todas manera esos cuatro años en los que estuvo Biden”.
“No creo que tenga mucho capital político para desmarcarse, para hacer cambios drásticos, por ejemplo, en materia migratoria donde se tenía muchas esperanzas y expectativas. Yo veo difícil que sea como una suerte de Barack Obama que con Obama si hubo un cambio importante en materia migratoria, de Cuba, de derechos (...) por el perfil de Kamala Harris va a tratar de desmarcarse de Joe Biden para no sufrir ese desgaste, pero no veo claro que eso ocurra en materia de fondo”, explicó Jaramillo.
Con esto coincidió Urueña resaltando que esta idea de alejarse de Biden “busca tener más una repercusión de campaña que de gobierno. Claramente hace unos meses cuando la elección se iba a decidir entre Donald Trump y Joseph Biden pues las encuestas eran muy favorables a Trump, es decir, casi que se podía haber dado como inminente la victoria de Trump”.
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“Kamala en su postulación por el partido demócrata aprovechando un poco ese impulso que le brinda, es una candidata más joven y de alguna manera el discurso de campaña figura desprenderse de Biden para no ver afectadas sus posibilidades de victoria dado que, como cualquier gobierno, Biden lleva cierto desprestigio”, agregó Urueña.
“La división es más artificial que real, una vez Kamala eventual y posiblemente tome posesión en enero del próximo año”, cerró Urueña.
¿Qué le espera a Estados Unidos si gana Donald Trump?
Sobre un regreso de Trump a la presidencia, Urueña indicó que seguramente la Casa Blanca mantendrá una política de apoyo a Israel “no solo frente a Hamás sino ante las incursiones con sus vecinos como Líbano, Yemen e Irán. Seguramente si Trump es presidente, lo que sí podría cambiar significativamente es la política exterior de Ucrania”.
“Se esperaría y él mismo lo ha dicho, así como su candidato a la vicepresidencia JD Vance, han establecido claramente que el apoyo a Zelenski y a Ucrania ha sido un grave error de Estados Unidos por lo que se espera que ese apoyo se disminuya o incluso se vuelva nulo porque Donald Trump, como lo demostró en su primer gobierno, tiene una afinidad más personal con Vladimir Putin”, explicó Urueña.
“En la política doméstica se esperaría un tratamiento aun más privilegiado hacia los más ricos del país, más recorte de impuestos hacia ellos, mayores preferencias como ya lo hizo. También habría una afán por posicionar en instituciones clave como la Corte Suprema jueces de derecha, es decir jueces que solamente defiendan una agenda mucho más conservadora, incluso reaccionaria frente a los avances de los derechos civiles y en la igualdad con poblaciones minoritarias”, agregó el analista.
En contraste, Mauricio Jaramillo indicó que se viviría “un gobierno distinto al que vivimos del 2017 al 2021. Creo que esta vez Trump sería mucho más cauto, por ejemplo, en política exterior, no creo que se meta ni en el tema de Venezuela, ni el tema de Cuba, como ya lo hizo. Obviamente volveríamos este discurso anti OTAN”.
Aun así, coincidió con que existiría una “aproximación pragmática a la guerra en Ucrania, incluso yo no descartaría un acercamiento con Putin y nacionalismo económico. Volver a algo que nadie desmontó: la guerra comercial con China. A Donald Trump esto le significó muchos réditos internos y mantener la economía a flote con unos indicadores que hasta el COVID le permitirían llegar a la reelección”.
“Me parece que se reeditaría su gobierno con mayores niveles de polarización y un gobierno mucho más preocupado por lo interno y no tanto en temas internacionales”, destacó Jaramillo.
¿Trump aceptaría los resultados de una derrota?
Ante lo ocurrido durante la elección en 2020, Jaramillo señaló que ve poco probable que “Trump acepte los resultados de una derrota sea cual sea la forma. Me parece que el libreto de él es la disrrupción, es el discurso antiestablecimiento. No aceptó los resultados que llevaron a la presidencia a Joe Biden, ahora veo difícil que abandone la lógica de conspiración con la que ha abordado los procesos judiciales en su contra. No creo que esté dispuesto ni él ni sus seguidores a aceptar un revés”.
Urueña agregó que “más allá de lo que crean en su grupo interno, Trump solo con el ánimo de alborotar sus bases y alimentar ese discurso reaccionario haga denuncias sin fundamento como ya lo hizo en el pasado. Todo con el ánimo de radicalizar a la sociedad diciendo que le robaron las elecciones”.
Aun así indicó que puede haber un parte de tranquilidad dado que en el partido republicano hay sectores radicales que respaldan a Trump pero también hay políticos clave “que directamente han apoyado a Kamala Harris. Hay que decir que el partido republicano, siendo el partido de Trump, tampoco tendría una postura homogénea de apoyarlo”.
A esto sumó que otro parte de tranquilidad lo da el sistema político estadounidense dado que “siempre propende por la estabilidad y el respeto a las reglas del juego antes que el caos”.