Niña boyacense gana concurso nacional de astronomía

Garagoa

En una pequeña escuela rural del municipio de Garagoa, Boyacá, los niños han comenzado a explorar el universo con la guía apasionada de sus profesores. El Instituto Técnico Industrial Marco Aurelio Bernal, en su sede rural Fumbaque, se ha convertido en un semillero de creatividad e interés científico gracias a la dedicación de la profesora Rocío Roa Romero y el impulso del profesor Alexander Martínez. Este esfuerzo conjunto ha llevado a la estudiante Sara Valentina Moreno Montaña a ganar el concurso nacional “Pintando el Universo”, representando con orgullo a su departamento.

El concurso, organizado por la Red de Estudiantes de Astronomía de Colombia, retó a niños de todo el país a plasmar en un dibujo la relación entre la astronomía y la identidad colombiana. La propuesta no fue sencilla, pero los resultados superaron las expectativas. “Inicialmente, uno podría pensar que es difícil encontrar la conexión entre astronomía e identidad colombiana, pero los niños nos sorprendieron con sus ideas. De inmediato comenzaron a imaginar el mar, el atardecer, el sol y la noche, y sus ideas fueron realmente enriquecedoras”, explicó la profesora Rocío Roa Romero, quien asumió con entusiasmo la responsabilidad de guiar a los niños en este proceso creativo.

El camino hacia la creación de estos dibujos fue un proceso de exploración y aprendizaje que involucró tanto a los estudiantes como a los docentes. La profesora Rocío, junto a su colega Trinidad Olmos, se encargó de coordinar y motivar a los niños, fomentando un ambiente de colaboración y curiosidad. “Recibimos más de 32 trabajos para presentar al concurso. Los dibujos que los niños debían elaborar tenían que estar relacionados con la astronomía y nuestra identidad colombiana. Fue un trabajo interactivo y transversal que resultó muy interesante”, agregó la docente.

Sara Valentina, una niña de la sede rural Fumbaque, se destacó no solo por su talento artístico, sino también por su dedicación y liderazgo. “Sara Valentina es una niña muy responsable, con mucho liderazgo en su escuela. Este dibujo no fue algo que hizo de un día para otro; ella fue construyendo y mejorando su obra día tras día”, comentó la profesora Rocío. El resultado final fue una obra que representaba un faro iluminando una noche estrellada, acompañado de cometas y ballenas, capturando la conexión entre la vastedad del universo y la riqueza natural de Colombia.

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La profesora Rocío también destacó la importancia de este tipo de experiencias educativas en áreas rurales, donde los recursos pueden ser limitados, pero la creatividad y el talento son inagotables. “Es importante que este tipo de logros no se queden en las escuelas rurales, sino que se hagan visibles en el municipio, el departamento y, por qué no, en toda Colombia”, subrayó.

El reconocimiento de Sara Valentina no se limitará al ámbito local. Su dibujo será publicado en un libro y se exhibirá en la feria de la cultura del municipio. Además, la comunidad educativa de Garagoa, encabezada por los docentes y la coordinación de la sede primaria, está organizando un acto público para rendir homenaje a esta joven promesa. “Estamos trabajando para organizar un evento donde Sara Valentina pueda lucir sus dibujos y exponerlos ante toda la comunidad. Queremos que este logro sea un ejemplo para otros niños y una inspiración para seguir explorando el mundo que nos rodea”, mencionó la profesora Rocío.

Este triunfo no solo resalta la creatividad de Sara Valentina, sino que también pone en valor el papel de la educación artística y científica en las escuelas rurales de Colombia. En un contexto donde la educación enfrenta múltiples desafíos, historias como la de Fumbaque demuestran que con pasión y dedicación, es posible acercar a los estudiantes a realidades que parecen inalcanzables.

El profesor Alexander Martínez, reconocido por su pasión por la astronomía, también jugó un papel crucial en esta historia. “El profesor Alexander siempre ha sido muy inquieto con el tema de mirar hacia el cielo. Esta experiencia ha sido algo que nunca pensé vivir. Al principio, me preguntaba cómo podría unir la astronomía con mi labor como docente, pero los niños rápidamente comenzaron a hacer preguntas sobre las estrellas, los planetas y el universo, y eso me mostró que, aunque pareciera algo lejano, es posible traer el universo a la escuela”, reflexionó la profesora Rocío.

La historia de Sara Valentina Moreno Montaña es un ejemplo de cómo la educación, la creatividad y la curiosidad pueden abrir puertas a mundos antes impensados. En una época en la que la ciencia y la tecnología juegan un papel cada vez más importante, fomentar el interés por temas como la astronomía en los niños es sembrar semillas para un futuro lleno de posibilidades. Con el apoyo de sus profesores y su comunidad, Sara Valentina ha demostrado que no hay límites cuando se trata de soñar, explorar y aprender.

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