Cerca de 1.200 estudiantes del colegio María Auxiliadora del municipio de Galapa se encuentran parcialmente en cese de actividades ante el riesgo que existe por el deterioro de la institución.

Los padres de familias de los estudiantes se tomaron las instalaciones de la Alcaldía de la población, debido a que existen fallas en uno de los bloques en la infraestructura del plantel, mientras que en el otro hay falta de mantenimiento.

Los profesores inicialmente iniciaron con un pico y aula, pero después del reciente aguacero del fin de semana decidieron suspender las clases debido a que las condiciones actuales ponen en riesgo la integridad física de los alumnos y el personal docente.

“El techo del módulo uno, donde hay unas diez aulas empezó a colapsar; la estructura de hierro -que nunca le han hecho mantenimiento- empezó a ceder y ese techo está a punto de colapsar”, dijo Julio Stam, coordinador académico de la institución.

Findeter trabaja en obras

Findeter se encuentra en la intervención desde el mes de mayo en uno de los bloques de la institución y según el alcalde de Galapa, Fabián Bonett se espera que los trabajos de reparación y adecuación culminen este jueves para que los estudiantes puedan tomar sus clases.

“Se están haciendo unos trabajos, los estudiantes están perdiendo las clases y se están deteriorando algunos salones (…) Son dos bloques y uno de ellos está siendo intervenido por Findeter. Ellos dicen que nos entregan los trabajos el jueves”, precisó el mandatario local.

Los estudiantes esperan que este impase pueda resolverse lo más pronto posible para recibir sus clases de forma continua.