Tenía una imagen de una Colombia en conflicto, que su gastronomía se llevó: Erik Høeg
En Caracol Radio estuvo Erik Høeg, embajador de Dinamarca en Colombia, conversando sobre la perspectiva que tiene del país cafetero
En Caracol Radio estuvo Erik Høeg, embajador de Dinamarca en Colombia, conversando sobre la perspectiva de los ciudadanos de su nación, sobre el país cafetero. De este modo, resaltó que anteriormente se veía a Colombia como un sitio peligroso en el que era mejor no hacer turismo.
Además, el funcionario del Gobierno de Dinamarca comentó que allí Colombia es un país poco mencionado. “Hay ya más daneses que viajan y conocen el país. Pero hay una visión histórica de Colombia todavía, la imagen de una Colombia en conflicto, con violencia. Para algunos daneses hasta una Colombia donde es peligroso viajar en zonas urbanas, y con desafíos enormes en temas de seguridad”
“Pero pienso que la gente tiene que ponerse al día con cómo se ha desarrollado el país y el potencial que tiene”, agregó
“Colombia es un país de parranda y alegría”
No obstante, el embajador reconoció que Colombia se está haciendo reconocida por su talento. “Ahora, se escucha muchísimo música colombiana. Es un país de parranda, de fiesta, de rumba. Se tiene la imagen un poco de un país tropical”
Por otro lado, el funcionario de Dinamarca explicó que aunque está por terminar su periodo, va a quedarse más tiempo en Colombia. “Yo estoy todavía hasta agosto. Termino mis funciones como embajador, mi mandato, a principio de agosto. Como nos encanta el país, nuestra salida del país se posterga. Estaremos de vacaciones todo agosto para ver zonas del país que todavía hay que conocer. Con mi señora hemos decidido pasar nuestras vacaciones aquí”
Adicionalmente, expresó que lo que más le gusta de ser embajador es tener la opción de conocer otros países. “Como embajador uno tiene acceso a todos los estratos de la población; de visitar países que son interesantes como Colombia. Uno tiene acceso a gente superinteresante, de la cultura, a nivel político es un lujo. Y también viajar en los territorios como lo he hecho muchas veces en Colombia. Te abre nuevas perspectivas, aprendes nuevas culturas y nosotros saldremos enamorados de Colombia”
De otro modo, mencionó que la vida de un embajador no es sencilla. Deben cumplir con horas adicionales y a veces no se comparte mucho con sus familias, al no tener la vida “tradicional”. “Lo peor es que realmente la gente piensa que los diplomáticos están allí tomando champaña. Pero es un trabajando realmente sacrificado, con horarios muy largos, con cosas el fin de semana. Arrancas con un desayuno de trabajo por la mañana y acabas con una recepción a las 11 de la noche. Entonces realmente es un trabajo que tiene su esfuerzo”