Clínica Garper adeuda a sus funcionarios salarios y seguridad social
Hay personal con patologías crónicas que no han recibido sus tratamientos y mujeres embarazadas que no han podido cumplir con los controles prenatales.
Tunja
Una difícil situación están atravesando 120 trabajadores de la Clínica Garper en Tunja, Boyacá ya que desde hace casi tres meses no reciben salarios ni les han pagado seguridad social, hay varios funcionarios que padecen enfermedades y mujeres que están en estado de embarazo y no han podido cumplir con sus controles prenatales.
Según señalan los funcionarios de la clínica, desde finales del año pasado se viene presentando este tipo de inconvenientes que hoy los tiene sin prestarle servicio a los usuarios y en una gran incertidumbre por los salarios que les adeudan. Además, manifiestan que hay trabajadores que tienen problemas de salud y hay mujeres en estado de embarazo a las que no se les ha cancelado seguridad social y no han podido cumplir con sus controles prenatales.
“La problemática viene desde diciembre del año pasado cuando la Secretaría de Salud del departamento hizo una visita a la clínica y encontró unos hallazgos. La situación es crítica, no han dado ninguna solución, llevamos casi tres meses sin pagos de nómina, ni tampoco aportes a seguridad social, desconocemos cómo están también con la DIAN, a varios especialistas les debe cuentas de cobro desde septiembre del 2023. A varios de los funcionarios les hicieron firmar unas licencias no remuneradas por tres meses y hay personas en riesgo con patologías crónicas y de alto costo, y por la falta de pago de la seguridad social no han recibido sus tratamientos presentando recaídas de sus enfermedades. Por otro lado, hay mujeres embarazadas que no han podido cumplir con sus controles prenatales”, señaló uno de los funcionarios afectados.
De acuerdo con el denunciante, hace cerca de un mes se hicieron presentes en la entidad representantes del Ministerio de Trabajo, quienes se reunieron con empleados y directivos de la clínica y se habían llegado a algunos acuerdos, los cuales incumplieron.
“No hay certeza de por qué la clínica ha llegado a esa situación económica, lo que informan los directivos es que varias EPS les adeudan, y que la situación empeoró después de la intervención de la Supersalud, ya que la deuda que tienen antes no la han asumido ni pagado, incumpliendo con acuerdos de pago. Por otro lado, hay algunas cuentas corrientes de la empresa que fueron embargadas por la anterior razón social que era Pozo Donato, ya que les adeudaban varios meses de arriendo del edificio donde funciona la clínica de Tunja”, agregó.
Vale la pena señalar que el sábado anterior al parecer, de manera abusiva, una funcionaria de Pozo de Donato cambió guardas sin autorización del inmueble, por lo que el representante de Garper hizo lo propio, pero en compañía de Policía Nacional.
Se espera que los directivos cumplan con los acuerdos realizados la semana anterior con la cancelación de los salarios atrasados y las prestaciones sociales.