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El Global Big Day en Boyacá revela nueva especie y alerta sobre conservación

Boyacá se une en un exitoso Global Big Day una jornada de ciencia y conservación

Global Big Day revela nueva especie y alerta sobre conservación

Global Big Day revela nueva especie y alerta sobre conservación

Boyacá

El departamento de Boyacá ha sido testigo de un evento sin precedentes en el ámbito de la ornitología y la conservación ambiental. El Global Big Day, una jornada mundial de observación de aves, ha dejado no solo grandes experiencias, sino también importantes descubrimientos para esta región colombiana.

En el Lago de Tota, se ha avistado una nueva especie de ave, Chorlito, endémica de Norteamérica sorprendiendo a expertos y entusiastas por igual. Este hallazgo resalta la riqueza de la biodiversidad en la zona y subraya la necesidad de continuar con esfuerzos de conservación.

Paola Suárez Ortús, líder de la Asociación de Turismo Comunitario con Propósito, compartió su entusiasmo tras el evento. “Fue una jornada en la que la comunidad estuvo activamente involucrada, desde la observación de aves hasta la reflexión sobre la importancia de proteger nuestros ecosistemas”, declaró.

El ejercicio de ciencia ciudadana no solo permitió registrar aves endémicas, migratorias y residentes, sino que también evidenció la participación y el compromiso de los habitantes locales con la conservación del entorno natural.

Entre los avistamientos más destacados se encuentran especies emblemáticas como el cucarachero de pantano, el rascón andino y el pato turro, este último en una subespecie en peligro de extinción, lo que representa un rayo de esperanza para su recuperación.

Además de aves, los observadores también se maravillaron con la flora y fauna de los ecosistemas circundantes, resaltando la importancia de proteger no solo a las aves, sino a todo el entorno natural que sustenta su existencia.

Sin embargo, no todo son buenas noticias. El descubrimiento de un cangrejo endémico en peligro de extinción, víctima de la captura ilegal para consumo humano, plantea un serio desafío para la conservación de esta especie y su hábitat.

Desde los más jóvenes hasta los más experimentados, la participación abarcó todas las edades y ocupaciones. “Luciana, una apasionada niña de tan solo 7 años, así como la contribución de Juan, un niño habilidoso de Cuitiva, estudiantes de la Institución Educativa de Cuitiva se unieron con entusiasmo, junto con la participación de 38 personas, este evento demostró ser una experiencia enriquecedora y diversa para todos los involucrados”, resalto Suárez.

El grupo contó con el apoyo de tres biólogos, quienes aportaron su experiencia científica para enriquecer las observaciones. Desde aves nocturnas hasta aves diurnas, cada punto de observación fue testigo de una variedad fascinante de especies.

Al preguntar sobre la experiencia, Paola Suárez Ortús, líder comunitaria, destacó el valor de la ciencia ciudadana participativa. “Todos, independientemente de nuestra formación, pudimos contribuir a la conservación del hábitat de las aves y la fauna. Nos convertimos en la voz de aquellos que no pueden hablar por sí mismos”.

Además de la observación de aves, este Global Big Day fortaleció los lazos comunitarios. La comunidad se encontró no solo en diferentes puntos de observación, sino también en la renovación de su compromiso con la protección del entorno natural. Desde el agua del lago de Tota hasta los humedales y páramos, esta experiencia demostró la importancia de cuidar y preservar nuestro patrimonio natural.

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