Siete municipios de Córdoba están en riesgo por la expansión del Clan del Golfo
El riesgo para la población civil está sucediendo por la expansión del narcotráfico y la utilización del territorio como tránsito, refugio y obtención de rentas ilícitas.
Montería
Se trata de Chinú, Sahagún, Ciénaga de Oro, San Carlos, Chimá, Tuchín y San Andrés de Sotavento. Estos municipios corren peligro por cuenta de la presencia y el dominio poblacional que quiere imponer el Clan del Golfo, motivo por el que la Defensoría del Pueblo emitió la Alerta Temprana 011 de 2024.
La alerta fue emitida en razón a la grave situación de riesgo de vulneraciones a los derechos a la vida, integridad, libertad, seguridad y libertades civiles y políticas de los habitantes de los citados municipios.
“También la emitimos por la posible ocurrencia de infracciones al derecho internacional humanitario, debido al accionar indiscriminado de grupos armados ilegales, específicamente, de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o Clan del Golfo”, dijo el defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assís.
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El riesgo para la población civil está sucediendo por la expansión del narcotráfico, la utilización del territorio como tránsito, refugio y obtención de rentas ilícitas, la disputa territorial iniciada por miembros del Clan del Golfo contra grupos locales de delincuencia común organizada, así como por retaliaciones entre grupos de ‘limpieza social’.
Las siete poblaciones alertadas, con sus áreas rurales, componen el espacio considerado como el núcleo indígena más importante del pueblo Zenú en Córdoba. “Sus habitantes están vinculados ancestralmente a lazos de carácter étnico, cultural, económico y de familiaridad con los moradores de San Antonio de Palmitos, Sincelejo, Sampués, San Benito Abad, El Roble, La Unión y San Marcos, municipios sucreños donde, así mismo, han sido identificadas situaciones de riesgo para la población”, señaló Camargo Assis.
Control poblacional y territorial
La expansión y control poblacional y territorial del Frente Javier Yepes Cantero, del Clan del Golfo, que desde Montería, Cereté y Planeta Rica avanza de manera violenta hacia espacios de las subregiones del Medio Sinú y Sabanas, tiene como fin crear ‘zonas seguras’ y de obtención de rentas criminales en nuevos corredores de movilidad que unan a ese territorio con el Bajo Cauca antioqueño, y La Mojana con el golfo de Morrosquillo.
A ello se suma la generación de un escenario de disputa asimétrica entre el Javier Yepes y el Frente Manuel José Gaitán, ambos de ese grupo criminal, en alianza con grupos ilegales que ofertan seguridad, contra grupos de delincuencia común organizada con presencia histórica en la zona.
Lo que está ocurriendo ha derivado en el aumento de los riesgos para las comunidades, colectivos socialmente estigmatizados, líderes comunales, de víctimas, y presuntos colaboradores de los bandos rivales; igualmente, en restricciones a la movilidad y agresiones a misiones médicas, entre otras violaciones a los derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH).
“Advertimos que el contexto de amenaza se materializa con los homicidios selectivos y de configuración múltiple, presentados como crímenes para imponer un orden represivo, la expansión del mercado local de sustancias psicoactivas y de la economía ilegal del narcotráfico, el aumento en la extorsión, inhibición de la denuncia y temor a represalias”, manifestó el Defensor del Pueblo.
Ruptura institucional
Los siete municipios en riesgo cuentan con instituciones en capacidad de atender las demandas de la población, pero la poca articulación entre entidades y autoridades étnicas, las rupturas del gobierno propio del pueblo Zenú, entre otras, reducen la capacidad para atender la creciente percepción de inseguridad.