¿Es cierto que los embalses están secos? Le contamos
El bajo nivel de los embalses, no solo amenaza con racionamiento de agua, sino también de energía.
Bogotá D.C.
Caracol Radio llegó a los embalses que surten de agua a Bogotá y evidenció que el preocupante descenso en sus niveles se alcanza a ver a simple vista. El embalse Chuza, que forma parte del sistema de Chingaza y tiene una capacidad de 70 millones de metros cúbicos, se encuentra actualmente solo al 15,86% de su capacidad. Por otro lado, el embalse San Rafael, con una capacidad de 67 millones de metros cúbicos, está apenas al 19,06%.
Juntos, estos embalses abastecen el 80% del agua consumida por los habitantes de Bogotá. Sin embargo, el nivel combinado de ambos está apenas en el 16,61%, muy por debajo del ideal 70% que se necesita para garantizar un suministro adecuado.
Esto significa que actualmente solo hay disponibles 47 millones de metros cúbicos de agua, cuando la capacidad total es de 290 millones.
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¿Qué dicen los expertos?
Los expertos han lanzado un llamado de alerta no solo por el riesgo de racionamiento de agua, sino también por la posibilidad de apagones, pues la escasez de agua en los embalses afecta el funcionamiento de los sistemas hidroeléctricos, lo que podría resultar en cortes de energía en la capital colombiana.
“El racionamiento energético se da en condiciones de emergencia y puede mitigar efectivamente este fenómeno de déficit de niveles de embalse”, afirmó Benjamín Quesada, experto en medio ambiente.
Quesada aseguró que no hubo una preparación desde hace meses, ni un llamado a campañas de ahorro como se hacen en todas las épocas de fenómeno del niño desde hace décadas.
“Colombia es demasiado sensible el sistema hidroeléctrico a fenómenos del niño. Desde la hora Gaviria donde hubo un fenómeno, obviamente el sistema se reforzó pero ya el gremio estaba avisando hace seis meses que si seguía el fenómeno del niño hasta mayo íbamos a tener problemas de abastecimiento de electricidad y lastimosamente lo tenemos todavía y tenemos sequías como la capacidad del embalse de Ituango que está en tan solo 15%”.
Por su parte, Jorge Alberto Escobar, experto en hidrodinámica ambiental de la Universidad Javeriana, explicó que en el momento en que ya se baja mucho el nivel del agua, varias cosas pueden suceder: “La primera es que el fondo del embalse puede tener muchos sólidos en suspensión, la turbidez del agua es grande, entonces el tratamiento se complica. La segunda puede haber afectaciones de tipo biológico, floraciones de algas que dificultan el tratamiento del agua. Y tercero, dependiendo de qué tan bajo esté el embalse puede haber problemas de operación de la infraestructura”.
Dice Escobar que en el caso de las infraestructuras que están diseñadas para manejar agua a presión, si se baja mucho el embalse es posible que ya empiece a funcionar de forma diferente y ahí volvemos a hablar de generación de energía.
Llamado de las autoridades
Ante esta situación crítica, las autoridades hacen un llamado urgente a la población para que adopten medidas de ahorro de agua y energía.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, informó que la meta para el embalse sistema Chingaza al 30 de abril, es llegar al 20,13%, y disminuir de consumo 3 metros cúbicos por segundo.
La situación en los embalses continuará siendo monitoreada de cerca mientras Bogotá enfrenta una de las peores crisis de abastecimiento de agua y energía en años.