El recorrido de los flagelantes en Santo Tomás

Un recorrido de más de dos kilómetros desde el caño de Las Palomas y sigue por la calle de la Ciénaga, más de 30 penitentes se flagelaron ante la vista de decenas de personas que se reunieron para observar una vez más el recorrido que ha caracterizado al municipio de Santo Tomás.

Algunos de los flagelantes utilizaron bolas de cera, otros la conocida copa de la amargura y algunos llevaron una cruz para pagar una manda que ofrecen desde hace años atrás.

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“Ella no ha indicado por qué realiza este recorrido, lleva ya siete años haciéndolo, pero no nos ha dicho la razón. Nosotros simplemente la acompañamos en su fe”, manifestó la hija de una las mujeres que también hicieron su recorrido.

A pesar de lo controvertido que se ha convertido esta práctica, y que la Iglesia Católica pide no realizarla, sino asistir a la programación que se tiene, aún así, este recorrido atrae a locales, visitantes y curiosos.

“Ya estamos acostumbrados a que personas curiosas lleguen al municipio para ver como los flagelantes caminan varios kilómetros para pagar sus mandas. Esto también mueve la economía del municipio así sea por un día”, dijo uno de los vecinos del sector.