Eduardo Escobar a través de los ojos de sus colegas: quién fue y cuál es su legado

Este martes 19 de marzo, a los 81 años, murió el poeta, periodista y escritor Eduardo Escobar, uno de los fundadores del movimiento nadaísta.

Nacido en Antioquia, Escobar dejó un legado literario imperecedero marcado por la rebeldía y la crítica social. Contribuyó significativamente a la historia cultural de Colombia, siendo reconocido como un referente de libertad y creatividad en el ámbito literario.

Escobar escribió columnas de opinión para diarios como El Colombiano, El Universal, El País y El Tiempo, en donde publicó su último texto de opinión el pasado 4 marzo, bajo el título “Contra los chips viciosos”.

El periodista sufría de una enfermedad terminal y tuvo una recaída en los últimos días, razón por la que fue internado en una clínica especializada en tratamientos oncológicos en Envigado, en donde falleció.

Su pasión por la literatura estuvo presente desde que era un niño, y entre sus obras se pueden leer ensayos, memorias, poemas y cartas. Algunos de sus libros más destacados fueron Invención de la uva (1966), Del embrión a la embriaguez (1969), Cuac (1970), Confesión mínima (1975), Correspondencia violada (1980), Nadaísmo crónico y demás epidemias (1991), Ensayos e intentos (2001).

Para hablar de su legado, Pascual Gaviria y Daniel Samper Ospina, colegas de Eduardo, estuvieron en los micrófonos de 6AM Hoy Por Hoy de Caracol Radio.

“Eduardo era una especie de erudito, tenía la calidez, el conocimiento y ese gran vicio de la escritura, el día domingo estaba en sus últimas horas, con el computador en las rodillas intentando escribir su columna de El tiempo, me decía su hijo, Simón... a él lo mantiene vivo la escritura, esa era su vida”, dijo Pascual Gaviria.

A su turno, Daniel Samper dijo que “Escobar, fue uno de los colaboradores más permanentes, más originales y más brillantes que tuvo Soho sin duda alguna, él escribía como ningún otro, hacía textos originales, divertidos y lucidos, que solamente él lo podía hacer... Era poeta también cuando escribía artículos de prensa, pero también era muy buen cronista”.

Ambos periodistas coinciden en nombrar a Escobar como conversador, humilde y cálido, “era una figura para reírse, siempre tuvo un buen humor, un cigarrillo en la mano y una elegancia única. Es muy difícil encontrar en la prensa letras que no merezcan morir en el olvido de ese día, que merezcan perdurar como si fueran literatura y creo que casi todo lo que escribió Eduardo merece perdurar y sobrevivir al olvido”.

Para más información escuche la entrevista completa.