Asamblea Constituyente, ¿globo al aire o propuesta con futuro claro?
Panelistas consideran que no es necesario llamar a una constituyente para materializar las reformas y el plan de gobierno de la administración Petro.
En Hora20 el análisis a un fin de semana con varios hechos. El del viernes con una propuesta de Asamblea Constituyente que lanzó el presidente Petro, las posibilidades, las causas políticas y la señal que envía el Gobierno con estos mensajes. Después el ataque armado que dejó una mujer indígena muerta y por ende el levantamiento del cese al fuego en tres departamentos del país. Por último, el debate jurídico por la aceptación total de Salvatore Mancuso en la JEP.
El viernes en la tarde el presidente Gustavo Petro lanzó desde Cali la propuesta de llamar a una Asamblea Nacional Constituyente. Un planteamiento que iría en contra de lo que prometió innumerables veces durante la campaña y que lo alejaría, como dice, de un acuerdo nacional. Esta propuesta entendida como un globo al aire, una estrategia antidemocrática o una forma de movilizar a la ciudadanía ha despertado el temor sobre el futuro democrático de esta administración nacional y sobre las posibilidades reales de materializar un nuevo proceso constituyente.
De Cali nos vamos más al sur, a Toribio en Cauca donde el sábado se registró un hostigamiento de miembros de la columna Dagoberto Ramos de las disidencias del Estado Mayor Central contra comunidades indígenas. Este ataque dejó dos personas heridas y a una lideresa indígena asesinada, la mayor Nasa Carmelina Yule Pavi. Horas después del ataque, el gobierno nacional en cabeza del presidente Petro publicó un decreto en el que cinco meses después de haber iniciado, se suspende el cese al fuego que rige con esa organización en los departamentos del Valle del Cauca, Cauca y Nariño, generando así el segundo rompimiento del cese al fuego con esta organización armada en menos de un año.
Esta acción llevó a que los ataques armados no cesaran y el domingo en la noche se seguían registrando ataques contra la población en Cauca.
Justo cuando se daba este ataque, se levantaba el cese y al tiempo la discusión sobre una constituyente seguía creciendo en redes sociales y en los medios de comunicación y cuando se esperaba un anuncio formal y de calma desde la Casa de Nariño, el Presidente abre un nuevo frente de batalla: el metro de Bogotá.
Este lunes el tema de la constituyente nos volvió a ocupar, el presidente Petro reiteró que el primer mandatario no define el futuro de la Asamblea, que se busca corregir errores del sistema actual y no para salvar al hundimiento de algunas reformas sociales. Señaló que la manera de gobernar paramilitar ha impedido el desarrollo de la Constitución y que por eso es necesario hacer seis cambios fundamentales: implementación del Acuerdo de 2016; garantizar acceso a salud, pensión y agua; reforma judicial; reordenamiento del territorio; cambio climático y diálogo para el fin de la violencia y la reconciliación.
Lo que dicen los panelistas
Liliana Estupiñán, abogada constitucionalista, doctora en sociología jurídica e instituciones políticas, profesora universitaria, investigadora y consultora, planteó que
estamos en la apertura de la campaña del año 2026, “efectivamente hay una situación compleja y hay escenario de blancos y negros donde no ubicamos matices porque todos los actores se están cerrando a la deliberación”. Resaltó que las Asambleas Constituyentes pueden arrancar de cero como la 1991, donde se da un reglamento y se construye una carta diferente, pero eso no es lo que plantea el Presidente según el ABC, “el procedimiento para Asamblea Nacional Constituyente está plenamente establecido en Constitución. Para que sea propuesta democrática no puede estar impulsada por un movimiento único, sino producto de consensos”.
Explicó que, si estuviéramos en escenario de cabildo abierto, la propuesta no está en el marco de la Constitución del 91, “estos escenarios de cabildos abiertos tienen agendas locales muy concretas que no están de cara a una Asamblea Nacional Constituyente”.
Rodrigo Uprimny, abogado constitucionalista, profesor en la Universidad Nacional, investigador en DeJusticia y columnista en El Espectador, creo que las tres declaraciones son las tres desafortunadas: la de Cali que plantea Asamblea Constituyente fundacional porque el argumento es que, si instituciones no responden, se van, “la declaración del lunes en El Tiempo es mucho más acotada. Es bueno que el presidente no hable de constituyente fundacional, pero muestra ambigüedad al hablar primero de seis y después de ocho puntos; para la mayoría de esos temas no se necesita ni siquiera una reforma constitucional”.
Detalló que la Constitución provee tres formas de cambiarla, “vía acto legislativo en el Congreso o la reforma vía referendo que se aprueba en el Congreso, se revisa en Corte y se vota en referendo; esas son las dos que se han usado”. También dijo que está la reforma vía Asamblea Constituyente que se da en situaciones de crisis extrema, “hoy se debe aprobar ley en el Congreso que requiere mayorías en ambas cámaras y ahí se define la competencia de la Asamblea: acotada o amplia”, también detalló que en el referendo el sí debe superar un umbral de 13,5 millones de votos y si se aprueba, se eligen constituyentes donde hay segunda votación y después viene la deliberación. Además, detalló que ese proceso podría durar hasta dos años.
Para Juan Camilo Restrepo, abogado, exministro, excongresista y exembajador, estamos ante una monumental cortina de humo y después terminará olivándose, “estamos ante un lenguaje agresivo y que incrimina, en la entrevista con El Tiempo en cinco ocasiones trata de mafiosos a los que no son sus amigos”. Manifestó que da la impresión de que Petro cree en su profundidad psicológica de que es el dueño de la calle y que tiene suficiente fuerza política para imponerle sus caprichos al resto del país. Incluso, dijo que, si bien Petro recibe un mandato en el 2022, pero eso va teniendo fecha de vencimiento, “en el entretanto él ha tenido una paliza en las elecciones regionales del 2023 y todas las encuestas muestran que él va para abajo”. También dijo según Petro hay dos colombianas: una de los paramilitares y otra de los justos que son los que lo acompañan a él; “es un reduccionismo sorprendente. Él debería estar armando puentes y él dinamitó la idea de un acuerdo nacional”.
Andrés Caro, abogado, literato, candidato a Doctor en Derecho por la Universidad de Yale, columnista en La Silla Vacía y profesor universitario, advirtió que no podemos saber si el presidente dijo lo que dijo en Cali por frustración ante la probable caída de reforma a la salud, en un ejercicio de charlatanería o se dejó llevar por el entusiasmo del discurso, “los presidentes hacen cosas con sus palabras y cuando un presidente habla de Constituyente, hay que tomarse en serio las palabras de los líderes políticos. No podemos decir que no nos tomemos en serio lo que es grave”. Resaltó que el Presidente cree en lo que dice, “él dijo que diálogo sí, pero con el pueblo en las calles, eso significa que no quiere diálogo con las instituciones constitucionales”.
De otro lado dijo que no es posible determinar si Petro es antidemocrático, “en su visión es un demócrata popular y populista, él a eso no le ve un tinte malo. Con las declaraciones él es un escéptico del régimen constitucional y que no cree mucho en las instituciones o puede que sí crea”. Sin embargo, dijo que sí es antidemocrático sugerir que cuando el Congreso no le pasa reformas, él tiene un voto de confianza para pasar las reformas sí o sí.