Clan del Golfo encabeza control territorial con presencia en 331 municipios del país
Desde Cartagena, José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de Fedegán reveló el mapa de control de las bandas criminales en el país
Cortesía
Cartagena
“En lugar de acercarnos, nos alejamos de la paz”. Con esta frase, José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de Fedegán, expresó su preocupación por el riesgo en que se encuentra Colombia por cuenta del aumento del control territorial de grupos ilegales de toda índole.
En su más reciente análisis semanal, el dirigente gremial expresó que esta situación se da porque en lugar de la presencia creciente del Estado en los territorios —una obvia recomendación—, “continúa la expansión territorial y las estrategias de control social y territorial de grupos armados no estatales y organizaciones criminales…”, como lo afirmó la ONU en su informe sobre los derechos humanos en el país.
A renglón seguido, reveló preocupantes cifras que ratifican la creciente pérdida de gobernabilidad en todo el territorio por la cada vez más fuerte presencia de grupos armados que asumen el control de centenares de municipios:
En 2023, la ONU identificó 206 municipios donde la violencia impactó los derechos de la población; un fenómeno que se extiende a las ciudades: Cali está en cuarto lugar de impacto “crítico” y Bogotá entre las de impacto “Muy Alto”.
En 2023, la Defensoría del Pueblo identificó que, por cuenta de grupos ilegales, 113 municipios estaban en riesgo extremo y 286 en riesgo alto de hechos de violencia y del ejercicio libre del sufragio.
Y reveló las cifras del mapa de control territorial que tienen en alerta a las autoridades:
- El Clan del Golfo (AGC) está en 331 municipios.
- El ELN en 231 ciudades.
- Las disidencias FARC – EMC en 234 municipios.
- Segunda Marquetalia en 65, Comandos de Frontera en 24 y otras en 34.
- Grupos sin identificar en 24 municipios y herederos de las AUC y EPL en 187.
Lafaurie Rivera precisó que esta presencia se puede dar con uno o varios grupos en cada municipio. Por esta razón se dan los frecuentes enfrentamientos (como en Chocó) con el propósito de consolidar su control territorial.
Añadió que es grande la preocupación porque los grupos armados ejercen control sobre juntas de acción comunal y organizaciones de base (a las que citan a reuniones en cientos de municipios; abundan los vídeos de estas jornadas), pero ninguna por el ataque a la producción agropecuaria, generadora de empleo y soporte de la sustitución de economías ilícitas.
“Se recomienda fortalecer la capacidad de las autoridades étnico-territoriales para hacer ‘estado en sus territorios’, pero no se habla de la cooptación de las autoridades locales del Estado colombiano por parte de los grupos ilegales”, manifestó el dirigente gremial.
