“Aquí se está jugando con la nutrición de los niños en Colombia”, Rafael Álvarez

El pasado 16 de febrero, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) denunció nuevamente la aparición de un importante porcentaje de lactosuero en productos lácteos para venta en el país.

El último gran escándalo por este mismo tema se dio en 2022, cuando la Superintendencia de Industria y Comercio le abrió una investigación a varias empresas por superar el máximo permitido por el Invima. Estas empresas fueron sancionadas por cometer un delito al realizar actos desleales de engaño frente a los consumidores.

Rafael Álvarez, CEO de Alquería, le explicó a 10AM Hoy por Hoy de Caracol Radio, que el lactosuero per se no es maligno, lo grave es que se engaña a los consumidores haciendo rendir la leche con este producto.

¿Por qué es grave encontrar lactosuero en la leche?

Según explica el Invima, el lactosuero es un producto lácteo que se obtiene tras la coagulación de la leche durante la elaboración del queso. Principalmente, está compuesto por agua, aunque tiene en cierta medida algunas proteínas, minerales, vitaminas y grasas.

Este año, el Ministerio de Salud expidió la resolución 2270 de 2023, en la cual estableció unos límites de este suero en los productos lácteos. Según la medida, solo es permitido 30 mg de lactosuero por litro de leche. A pesar de ello, se siguen encontrando casos en que algunas empresas, intentan superar este límite, engañando a los consumidores.

Álvarez señala que esto es especialmente grave porque, más de tratarse de un problema económico, se estaría tratando de un problema nutricional y de salud de los colombianos. “De por sí, Colombia ya enfrenta un déficit nutricional y si a eso se le agrega que en algunas partes no están llegando los productos con la nutrición adecuada, es allí donde se encontraría el verdadero problema”, advirtió el CEO de Alquería.

¿Cómo se puede evitar?

En Alquería, por ejemplo, se hace una medición cuidadosa de los productos lácteos para asegurar la calidad. “Desde nuestra fundación, el tema de calidad y nutrición es fundamental, a esta compañía la fundó un médico con su hijo y el propósito que tenía era: un vaso de leche, un vaso de salud”, destacó Álvarez.

Desde el 2021, cuando comenzaron a sonar algunas polémicas por el porcentaje de lactosuero, Alquería comenzó a implementar en sus plantas algunos laboratorios especializados, los High-Performance Liquid Chromatography (HPLC) para el análisis de sus productos.

De acuerdo con Álvarez, Alquería hace un 1′300.000 muestras de análisis de la leche al año, lo que sería más de 3.500 diarias. Con ellos, se mide el 100% de la leche que sale de las plantas y, de esta manera, se garantiza la calidad y especialmente la nutrición del producto, consiguiendo unos mínimos de lactosuero.

La importancia de la leche en Colombia

Para Álvarez, que ha trabajado a en diferentes países de América Latina, como Venezuela, El Salvador y Perú, Colombia es un país lechero al que todavía le falta mucho campo por explorar. En solo un día, se logran vender más de 1′000.000 de bolsas de leche al día en todo el país.

En la producción de esa leche, participan más de 11.000 ganadores. Entre este grupo, se incluyen tanto grandes como pequeños ganaderos de todo el país que se distribuyen en 11 centros de acopio y 5 plantas de producción.

La tecnificación ha sido uno de los puntos clave, según Álvarez, en el crecimiento y mantenimiento de la gran industria de la leche en Colombia. A pesar de que aún existe el tradicional ordeño a mano, especialmente entre los pequeños ganaderos, este es cada vez menor, lo que en cierta medida ha sido positivo porque la mano de obra disponible también ha venido disminuyendo con los años.

“Otro de los temas que tenemos nosotros con los campesinos es que la edad promedio de ellos en Colombia está cerca de los 60 años y no hay un relevo generacional”, señaló el CEO de Alquería.

Para trabajar sobre este punto, desde la compañía se ha venido trabajando con el SENA en un programa llamado ‘Herederos de tradición’. Con este se busca que los hijos de los ganaderos puedan ver la finca, no como un tema de subsistencia, sino como una posibilidad de formar una microempresa en el agro.

Escuche la entrevista completa aquí.