Ciencia y medio ambiente

Registran en Alaska el primer caso de un oso polar muerto por la gripe aviar

Los especialistas sugieren que el oso podría haberse infectado tras comer los restos de aves marinas o focas. ¿Qué implicaciones podría tener este virus para esta especie y para los humanos?

Oso polar / Getty Images

Oso polar / Getty Images / Joanna McCarthy

Un oso polar hallado muerto cerca de Utqiagvik, en el norte de Alaska, es el primer caso conocido de un ejemplar de su especie afectado por el virus de la gripe aviar que circula entre las poblaciones de animales en todo el mundo.

La División de Salud Ambiental de Alaska confirmó que las muestras de tejido recogidas de un oso polar (Ursus maritimus) en septiembre mostraban la presencia de la cepa EA H5N1 del virus de la gripe aviar.

“Este es el primer caso de gripe aviar documentado en un oso polar en cualquier parte” del planeta, dijo el veterinario estatal Bob Gerlach al diario Alaska Beacon.

Posible formas de contagio

Gerlach añadió que los osos polares, una especie en peligro de extinción, comen normalmente las focas que apresan en el mar, pero es probable que ese oso haya ingerido restos de aves muertas.

“Si un ave muere por esta enfermedad y especialmente si los restos se mantienen en un ambiente frío, el virus puede mantenerse por un tiempo en ese ambiente”, agregó el funcionario.

A través de otro mamífero

En una publicación en The Conversation, Alastair Ward, profesor de Biodiversidad y Gestión de Ecosistemas de la Universidad de Leeds, plantea que los carnívoros y los carroñeros son los principales afectados.

“La probabilidad de que una foca o un oso polar encuentren y coman al menos un cadáver de ave infectada en una colonia ártica que sufra un brote parece bastante alta”, plantea.

De igual manera, Ward sugiere analizar el virus y compararlo con otras especies contagiadas de la zona para identificar si el oso comió aves marinas muertas o focas que tenían el virus.

¿Posible amenaza para los humanos?

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la gripe aviar es una enfermedad infecciosa que principalmente afecta a las aves y que es causada por un virus de la familia Orthomyxoviridae.

El virus ha afectado a varias especies de mamíferos, como zorros, nutrias, visones, leones marinos y focas. Algunas cepas de la gripe aviar altamente patógenas tienen la capacidad de infectar a los seres humanos, lo cual representa una amenaza para la salud pública.

“Dado que los virus de la gripe son muy adaptables, la vigilancia continua de la cepa H5N1 sigue siendo de vital importancia. Esto nos preparará en caso de que surja una nueva variante que se adapte a huéspedes mamíferos, incluidos potencialmente los humanos”, dice Ward.

Evitar propagación del virus

La manera más común por la cual el virus se introduce en un territorio es a través de aves silvestres migratorias y, según la OPS, la globalización de los viajes y el comercio, así como la agilización de los intercambios de personas y productos entre países, permiten una rápida diseminación de las enfermedades infecciosas desde su foco inicial.

Por eso, Ward advierte: “Las consecuencias del H5N1 para las poblaciones de algunas aves marinas han sido devastadoras. Si no se reacciona adecuadamente ante un virus H5N1 adaptado a los mamíferos, las consecuencias podrían ser graves para los osos polares y para nosotros”.

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