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Luis Jiménez, el artista caucano quien hace sus obras mordiendo los pinceles

En la infancia quedó cuadripléjico y en la adultez es un consagrado artista plástico con obras que se exponen y venden en Europa. Planea una gira de exposiciones en Colombia

Luis Jiménez, el pintor con la boca

Luis Jiménez, el pintor con la boca

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Luis Jiménez es cuadrapléjico desde los siete años. Pinta con la boca y su obras ya se venden en Europa / Foto cortesía de Germán Rodríguez

Artes Plásticas

Sus pinturas cargadas de mensajes, trazos perfectos y colores expresivos demuestran el enorme talento que el tambeño y caucano Luis Jiménez tiene a la hora de pintar. Suspender por segundos la respiración es la clave principal para hacer las líneas más perfectas y sincronizadas con su imaginación

A los siete años de edad una bala perdida dejó cuadripléjico a Luis Jiménez pero esto no fue suficiente para que le apagaran su espíritu de superación. Hoy Luis es psicólogo clínico, docente en artes plásticas y un artista reconocido.

Sus obras, que hace tomando los pinceles con la boca, las comercializa en Europa mediante una asociación empresarial suiza de artistas que pintan con los pies o con la boca mientras en Colombia cuenta con el apoyo de mecenas como María Fernanda Varona que difunden su obra y le ayudan en su promoción. Hace poco Luis Jiménez llevó a Europa 34 obras para exponerlas en una feria, todas se vendieron.

Desde el 1 de febrero hasta el 15, por lo menos 60 obras de Jiménez estarán en una exposición en el salón museo de Cafam, en el sector de la floresta en Bogotá. Las piezas, de esta muestra de su arte, estarán disponibles para los interesados en adquirirlas y será una muy buena oportunidad para que muchos se acerquen al talento y personalidad del autor.

Mientras muchos reprochamos situaciones que son nimiedades ante lo que afrontan personas como Luis, él siente que lo ocurrido, a sus siete años, se le convirtió en un reto para salir adelante. Agradece su madurez mental que le permitió buscar cumplir sus sueños.

Luis Jiménez concluye acudiendo a la frase: “En Colombia hay más gente buena que mala” y la amplia diciendo que si se le da más oportunidades a los buenos se pueden descubrir grandes talentos que beneficiarán a la sociedad.

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