Seis gobernadores le pidieron al gobierno nacional priorizar 14 obras trascendetales
Entre los proyectos que los mandatarios solicitaron financiar se encuentran la segunda pista del aeropuerto José María Córdova y el Tren del Río.

Gobernación de Antioquia. Foto: cortesía.
Medellín, Antioquia
Se trata de los gobernadores de los departamentos de Antioquia, Chocó, Córdoba, Caldas, Risaralda y Quindío, quienes a través de una carta abierta hicieron un llamado al gobierno nacional para que se comprometa con la financiación y la gestión de 14 proyectos estratégicos que impactan a estos territorios.
Entre los proyectos que los mandatarios departamentales pidieron priorizar están el Hospital Regional de Alta Complejidad del Eje Cafetero, el Aerocafé -un aeropuerto para la región cafetera de Colombia-, la ampliación del aeropuerto de Armenia, la construcción de la segunda pista y la segunda terminal del Aeropuerto José María Córdova de Rionegro, y la internacionalización del aeropuerto Los Garzones de Montería.
Además, la carta hace una invitación al país para la terminación de las vías 4G que conectarán a Medellín con el Pacífico y la subregión del Urabá, la vía Medialuna de la Paz, la Vida y la Noviolencia que es una alternativa de movilidad entre Antioquia y Córdoba, la Transversal del Caribe entre Arboletes-Antioquia y Moñitos-Córdoba, la terminación del Corredor Indígena en Córdoba, y la pavimentación de la Vía al Mar Pacífico en el Chocó.
En materia de trenes, los gobernadores solicitaron financiar el Tren de Cercanías del Eje Cafetero, el Tren del Río en el Valle de Aburrá y la expansión del Metro de Medellín.
Por último, entre las obras trascendentales también se incluye un segundo puerto en el Pacífico ubicado en el Chocó. Los gobernadores firmantes de la carta citaron, además, el artículo 302 de la Constitución que habilita a los departamentos para establecer diversas capacidades para la gestión y administrativa adicionales a las que ya tienen.
Finalmente, los gobernadores le plantearon al país replantear la redistribución de los recursos que salen y entra a los departamentos, para que, en vez de una proporcionalidad de 80-20 en el porcentaje de capital que se queda en la nación y en los departamentos según el Sistema General de Participaciones -80% para la nación y 20% para los departamentos-, se establezca un equilibrio del 50-50.



