Ollas comunitarias alimentan diariamente a más de treinta mil colombianos en La Mojana
Con una inversión superior a los $32 mil millones, la UNGRD brinda un plato de comida a 36.200 colombianos que lo necesitan
Ollas comunitarias alimentan diariamente a más de treinta mil colombianos en La Mojana
La Mojana, ubicada en el Caribe colombiano, ha sido una de las regiones más afectadas por diversas problemáticas como la pobreza, el conflicto armado y el cambio climático. Estas situaciones han generado una crisis humanitaria que ha puesto en riesgo la vida y la dignidad de sus habitantes.
Sin embargo, la solidaridad y la esperanza se han mantenido vivas gracias a las ollas comunitarias, las cuales son gestionadas por organizaciones sociales y populares, líderes comunitarios y voluntarios.
Actualmente, funcionan 204 Ollas comunitarias en diez municipios de la región: Majagual, Sucre, San Benito Abad, Guaranda, San Marcos, Caimito, San Jacinto del Cauca, Magangué, Ayapel y Achí, las cuales están operando con una inversión de más de $32 mil millones.
Estas ollas ofrecen un apoyo alimentario y también son un espacio de encuentro, participación y convivencia. En ellas, se fortalecen los lazos sociales, se promueve la cultura y la educación, y se generan oportunidades de desarrollo para las comunidades.
Además, son una expresión de la solidaridad, la cooperación y la resiliencia de los colombianos que se unen para superar las adversidades y construir un futuro mejor.
Esta estrategia que hace parte del programa Hambre Cero también es una forma de preservar y valorar la diversidad gastronómica, étnica y cultural de nuestro país, que se refleja en los sabores, los ingredientes y las recetas de cada región, fomentando el uso de productos de la zona que contribuyen a la seguridad alimentaria, la protección del entorno y la reactivación de las economías locales.
En definitiva, son una manifestación de la vida, la esperanza y la alegría de nuestro pueblo y una muestra de la importancia que tiene la región para el gobierno del Presidente Gustavo Petro.
El director de la UNGRD, Olmedo López Martínez, expresó su compromiso con las ollas comunitarias y resaltó su importancia para la gestión del riesgo de desastres. “Las ollas comunitarias son una respuesta solidaria ante la crisis en La Mojana. Desde la UNGRD, estamos trabajando para fortalecer esta iniciativa y brindarles todo el apoyo que necesitan”.
Así funciona la estrategia de Ollas comunitarias de la UNGRD
El programa de ollas comunitarias busca garantizar el derecho a la alimentación de las comunidades afectadas por desastres, respetando sus tradiciones y fomentando la economía local.
Para ello, se apoya en organizaciones solidarias, sociales o comunitarias, que se encargan de coordinar con los líderes locales la preparación y entrega de los alimentos. La UNGRD brinda recursos, asistencia técnica y acompañamiento a estas organizaciones.
El programa tiene dos etapas: alistamiento y puesta en marcha.
En el alistamiento, se realiza una concertación entre la comunidad, los facilitadores y la UNGRD, para definir los menús, los cocineros, la organización y los proveedores.
Luego, el facilitador adapta los espacios y entrega los utensilios a la comunidad. En la puesta en marcha, se inicia la preparación y distribución de los alimentos calientes.
Las ollas comunitarias son una muestra de la solidaridad que puede cambiar la vida de miles de personas. Por eso, desde el Gobierno del Cambio, se reconoce y se respalda esta iniciativa, que busca mejorar las condiciones de los más vulnerables.
“Queremos que las ollas comunitarias se conviertan en un modelo de gestión social del riesgo, que integre la prevención, la preparación, la respuesta y la recuperación ante los desastres”, finalizó López Martínez.
