Guerra entre Israel y Hamás deja cerca de 12 mil muertos y 30 mil heridos

Desde el 7 de octubre, los días en Medio Oriente no pasan en vano. Cada acto de violencia por parte de Hamás o el Ejército israelí deja tras de sí una larga lista de víctimas que tienen a la Franja de Gaza bajo el lente de todo el mundo.

No es para menos: luego de que el grupo palestino Hamás entrara a territorio de Israel y emprendiera una sangrienta emboscada, las acciones armadas no se han detenido.

Mujeres, niños, adultos mayores, personal humanitario, periodistas y hasta hospitales y centros de atención a los afectados han sido blanco de los ataques por parte de los grupos de este conflicto con décadas de historia.

El número de muertos en la Franja de Gaza por la ofensiva militar de Israel ascendió a más de 11.500, según información del Ministerio de Sanidad en el sitio.

Mientras tanto, el Ejército israelí continúa su operación dentro del hospital Al Shifa, el más importante del enclave palestino y que fue atacado la semana anterior, dejando al menos 13 personas muertas.

El número de heridos subió a más de 29.800, informó el ministerio controlado por el grupo islamista Hamás.

Sin embargo, estas cifras de víctimas, que en informes anteriores correspondían en un 70% a mujeres, niños y ancianos, podrían ser mayores.

El cálculo preciso se ha dificultado por el colapso de las comunicaciones a lo largo de toda la Franja de Gaza, comentó a EFE un portavoz del Ministerio de Sanidad.

Misiones médicas en el blanco

“La ocupación israelí está llevando a cabo una guerra contra los hospitales, especialmente en la ciudad de Gaza y en el norte de la Franja, que incluyen bombardeos y el impedimento a heridos y desplazados de acceder a la atención médica, agua y comida”, denunció el Ministerio de Sanidad de Gaza.

De los 24 hospitales con capacidad para pacientes hospitalizados en el norte de la Franja, solo uno, Al Ahli en la ciudad de Gaza, está actualmente operando bajo mínimos y admite pacientes.

Los demás han colapsado uno a uno, tras quedarse sin electricidad, combustible, internet, agua potable, alimentos y medicinas, recursos necesarios para atender a los cientos de heridos que llegan cada día.

Este jueves 16 de noviembre, día número 41 luego del último estallido de la guerra, un portavoz del Ejército israelí confirmó que sus tropas continúan la incursión militar que inició el día anterior dentro del hospital Al Shifa.

El Ejército aseguró haber encontrado “un centro de mando, armas y activos tecnológicos” de Hamás, en ese recinto médico, donde se refugian unas 3.000 personas, entre ellos pacientes (36 son recién nacidos), personal médico y desplazados.

El Ministerio de Sanidad de Gaza calificó esta incursión como “crimen de guerra” y denunció que durante la noche “las fuerzas de ocupación estaban atrincheradas en los pisos subterráneos del complejo médico Al Shifa, tomando al personal médico y a las personas desplazadas como escudos humanos”.

Además, las fuerzas israelíes han ejecutado bombardeos que “alcanzaron las habitaciones de los pacientes”

También atacaron la unidad de atención de arterias coronarias con un proyectil de tanque y “destrozaron deliberadamente las máquinas de radiología”.

Negando que el hospital funcione como centro de comando y control de Hamás, la cartera de Sanidad aseguró que los soldados israelíes detuvieron al único técnico de generadores eléctricos y al único técnico de estaciones de oxígeno presentes en Al Shifa.

“Estos arrestos colocan al complejo ante serios desafíos, ya que el equipo médico y técnico está expuesto a muchos fallos como resultado del bombardeo”, subrayó.

La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios aseguró que “debido a la interrupción de las comunicaciones en la zona, el impacto de la operación militar (en Al Shifa) sigue sin estar claro”.

Más de 40 días en guerra

Israel declaró la guerra a Hamás el 7 de octubre de 2023, tras un ataque masivo del grupo islamista que incluyó el lanzamiento de miles de cohetes y la infiltración en territorio israelí de unos 3.000 milicianos que masacraron a unas 1.200 personas y secuestraron a otras 240.

Desde entonces, las fuerzas aéreas, navales y terrestres de Israel atacan sin tregua la Franja de Gaza. Hasta el momento, los desaparecidos bajo los escombros son unos 3.600.

Al menos 1,7 millones de gazatíes han sido desplazados, lo que corresponde a más de dos tercios de la población total. En la última semana, Egipto habilitó un corredor fronterizo por el que se han movilizado heridos y ciudadanos con doble nacionalidad.

La mayoría de esos desplazados viven hacinados en el sur del enclave, en condiciones de extrema complejidad.

Esto podría empeorar ante la inminente mayor ofensiva de Israel en esa zona, después de ordenar la evacuación de civiles de la región de Jan Yunis, ubicada a suroeste de la Franja de Gaza.

Unas 42.000 viviendas, 255 escuelas, 96 estructuras de gobierno, 72 mezquitas y tres iglesias fueron totalmente destruidas.

Además, 25 hospitales y 52 centros de salud quedaron fuera de servicio en toda la Franja. La falta de estos sitios para atender la crisis humanitaria preocupa a la comunidad internacional y las organizaciones presentes en la zona.

El pasado 15 de noviembre, unos 23.000 litros de combustible llegaron a Gaza desde Egipto. Esta es la primera entrega de ese tipo desde que se inició la guerra.

Sin embargo, Israel prohibió su uso en generadores eléctricos de hospitales y en las instalaciones de saneamiento de agua. Solo podrá utilizarse para distribuir ayuda humanitaria en vehículos.

Además, el único molino de cereales que seguía funcionando en Gaza fue destruido, lo que significa que la harina para hacer pan producida localmente ya no estará disponible en Gaza, según información de Naciones Unidas.