¿Qué ocurre con los vendedores formales e informales de San Victorino en Bogotá?
Los vendedores de los locales del Gran San denuncian que les ha tocado cerrar los locales por amenazas en su contra.
Bogotá
Durante la última semana se han registrado diferentes manifestaciones en la Carrera 10 con Calle 10 en el sector de San Victorino en el centro de Bogotá por un problema de reubicación de vendedores informales.
Esto ha desatado un conflicto entre los comerciantes que se ubican en el espacio público, los vendedores de los locales comerciales del centro comercial Gran San y las autoridades distritales.
Según los dueños de negocios del Gran San, algunos vendedores informales estarían amenazándolos con entrar a sus locales y hurtar la mercancía si los llegan a mover de este sector hacia otra calle. Esto porque perderían grandes ingresos económicos justamente a pocos días de iniciar la temporada de fin de año.
Desde el lunes 4 de septiembre hasta el viernes 8 de septiembre, cerca de 20 locales comerciales han tenido que cerrar sus rejas de manera intermitente para evitar que los agredan o atenten contra su mercancía.
“Nos amenazaron diciendo que si no cerrábamos y no les colaboramos, ellos iban a entrar a saquear los locales que estaban alrededor del centro comercial Gran San. Por los cierres intermitentes que tuvimos el día de ayer registramos pérdidas de entre 4 y 6 millones de pesos”, aseguró un vendedor afectado.
Por su parte, los vendedores informales aseguran que la Alcaldía de Bogotá está reubicando a estas personas hacia otro sector. Se le estaría dando prioridad a los vendedores históricos que llevan años en el lugar.
“Hay muchas personas que son extranjeros que tienen mafias internas y ocupan puestos de 4 o 5 metros por personas cuando solo se permite 1 metro con 50 centímetros por personas. Además, los dueños de locales comerciales del Gran San también están ocupando espacio público afectando nuestro comercio”, afirmó una de las vendedoras informales.
Finalmente, desde el distrito se indicó que este proceso que se está llevando a cabo un proceso de carnetización para organizar de mejor manera los vendedores informales en el espacio público lo que generaría incomodidad en ellos y en las supuestas mafias que estarían controlando el sector.