“La Gala Internacional de Ballet marcó todo un hito en Colombia”: Alicia Cajiao
La bailarina del Pacífico Alicia Cajiao, quien es directora de Compañía Colombiana de Danza habló sobre su experiencia en el mundo del baile y su impacto en las nuevas generaciones
"La Gala Internacional de Ballet marcó un hito en Colombia con grandes estrellas en el país": Alicia Cajiao
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Cortesía: Alicia Cajiao
Alicia Cajiao, reconocida bailarina de ballet clásico, pasó por los micrófonos de Caracol Radio y habló sobre su trayectoria en el mundo artístico y lo que significó dirigir en la Gala Internacional de Estrellas de Danza, evento que reunió a bailarines de todo el mundo.
En sus inicios, la mujer nació en un campamento minero y luego fue registrada en Barbacoas, Nariño. Con mucho orgullo por sus raíces, años más tarde, llega a Bogotá en compañía de sus padres y empieza a bailar en grupos de folclor. Ahora bien, a raíz de la muerte de su abuelo se trasladan a Cali y en 1978 empieza a dar sus primeros pasos en este arte.
¿Su relación con el ballet fue a primera vista?
En un inicio bailaba mucho en grupos de folclor, pero la pasión por el ballet la fue adquiriendo con el tiempo, adaptándose de a poco con una serie de códigos que empezaron a transformar su manera de actuar y emprender nuevos retos.
“Yo creía que iba a seguir bailando folclor, pero la realidad es que era una escuela para formar bailarines de ballet y poco a poco me fui involucrando”, comentó.
Por otra parte, recuerda con mucho cariño la experiencia que tuvo en Cali, con la obra ‘Barrio Ballet’, una imponente puesta en escena que marcó la evolución de la música hasta llegar al fenómeno de la salsa.
“Se trata de una obra muy especial, en la que nosotros hicimos más de 1.000 funciones. La gente gozaba mucho con esta apuesta en la que se llevaba la técnica con las puntas”, afirmó.
Adaptación del cuerpo
Sobre este punto, Cajiao reiteró que fue una experiencia difícil y hasta traumática desde el primer examen físico que presentó. Lo cierto es que, por cuenta de su contextura, su cuerpo no era apto para ser bailarina de ballet, pero al final se superó y salió adelante.
“Me tocó luchar mucho porque los maestros rusos me insistían en mi cola parada porque las bailarinas europeas no tienen nalgas y tenía que trabajar en la posición. Logré adaptar mi cuerpo y vencer muchas dificultades técnicas y llevar a otro nivel mi capacidad interpretativa para sacar lo que yo soy”, reiteró.