Truco casero para quitar el aspecto amarillo de sus electrodomésticos
En muchas ocasiones, los productos se pone de color amarillo ya sea por la continua exposición al sol, al calor excesivo o a ciertos productos químicos corrosivos
Las tareas de limpieza pueden convertirse en un proceso muy molesto, especialmente cuando hay que eliminar la suciedad del interior y fuera de los electrodomésticos. En muchas ocasiones, el plástico de estos productos se pone de color amarillo ya sea por la continua exposición al sol, al calor excesivo o a ciertos productos químicos corrosivos.
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La cocina es uno de los lugares del hogar que requiere de una limpieza mucho más cuidadosa, puesto que es una de las zonas de la casa que más tiene electromésticos como la nevera, el horno, el microondas, entre otros. En ocasiones, no basta con usar solamente jabón neutro y agua, ya que la grasa adherida en ciertas superficies cuesta más de retirar, por lo que limpiarla puede ser una tarea difícil y tediosa.
Este truco casero y eficaz le ayudará a blanquear sus electrodomésticos de una forma fácil y economica. Antes de poner esto en práctica, primero hay limpiar bien la superficie con agua tibia y jabón para retirar los restos de suciedad y de grasa. Recuerde usar guantes y una mascarilla para proteger las manos y las mucosas por el fuerte olor de la solución que hay que preparar.
Preparación de la mezcla
- En un recipiente de plástico hay que mezclar dos vasos de agua caliente, una taza de cloro o lavandina, media de taza de bicarbonato de sodio y un cuarto de taza de agua oxigenada.
- Después, con una cuchara se remueve hasta integrar bien todos estos ingredientes potencialmente blanqueadores y que queden perfectamente diluidos.
- Luego, se sumerge una esponja o cepillo en la mezcla y se pasa por el plástico amarillento (tanto el del exterior como el del interior de los electrodomésticos), realizando para ello movimientos circulares.
- Una vez que la superficie está cubierta, se deja actuar durante 25 minutos y, pasado ese tiempo, se humedece un toalla de microfibra y se pasa para remover los residuos y la suciedad para, finalmente, secar con otro paño limpio.
Por último, recuerde realizar esta limpieza cada dos meses como medida de prevención y lo mejor de todo es que se hace en casa con productos asequibles.