¿Eructa constantemente? Tenga cuidado, puede ser una mala señal
Conozca cuándo consultar con un profesional. Un aumento sostenido de la cantidad de eructos, sobre todo sin aparente relación con la comida, puede ser malo para la salud.
Los eructos son la forma que tiene el cuerpo de expulsar el exceso de aire del tracto digestivo superior. Este aire casi nunca llega al estómago, sino que se acumula en el esófago. Eructar es natural y común. pero puede estar acompañado de distensión, dolor o hinchazón del abdomen.
Los eructos se pueden presentar cuando come o bebe demasiado rápido, habla mientras come, mastica chicle, chupa dulces duros, bebe bebidas con gas o fuma.
No obstante, cuando los eructos, los gases o la hinchazón interfieren con sus actividades diarias, puede que haya algo mal.
El reflujo de ácido estomacal o la enfermedad del reflujo gastroesofágico a veces puede causar eructos excesivos al promover el aumento de la deglución.
Los eructos crónicos también pueden estar relacionados con la inflamación del revestimiento del estómago o con una infección por Helicobacter pylori, una bacteria que causa algunas úlceras estomacales. En estos casos, los eructos están acompañados de otros síntomas, como acidez estomacal o dolor abdominal.
¿Cuándo debo ir al médico por eructos constantes?
Si bien, el eructo es un proceso natural del cuerpo, este deja de serlo cuando está acompañado de dolor abdominal, reflujo o algún otro malestar que incomode de manera constante el cuerpo. Esta es la principal señal de que se debe acudir al especialista.
Recuerde que es importante que no se automedique, acuda a consulta médica para conocer las causas por las que puede presentar eructos constantes u otros síntomas.
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Los eructos excesivos, la expulsión de gases y la hinchazón a menudo se resuelven por sí solos o con cambios simples. Si estos son los únicos síntomas que tiene, rara vez representan una afección subyacente grave.
Consulte al médico si sus síntomas no mejoran con cambios sencillos, especialmente si también nota lo siguiente: Diarrea, Dolor abdominal persistente o severo, Heces con sangre, Cambios en el color o la frecuencia de las heces, Pérdida de peso involuntaria, Molestia en el pecho, Pérdida de apetito o sentirse lleno rápidamente.
Según la Clínica Mayo, estos signos y síntomas podrían indicar una afección digestiva subyacente.
Hernia de hiato
Este es un problema poco frecuente hasta ahora pero que con el consumo de bebidas gaseosas va aumentando. Se trata de una rotura del hiato, la membrana que separa el esófago del estómago, con lo que se impide el correcto cierre de la válvula conocida como cardias, encargada de desconectar ambas zonas. Entre los síntomas más frecuentes está la acidez nocturna y los eructos.
Así podrá reducir los eructos:
- Coma y bebe despacio. Tomarse su tiempo le ayudará a tragar menos aire. Intente que las comidas sean momentos relajados; comer cuando estás estresado o apurado aumenta el aire que traga.
- Evite las bebidas carbonatadas y la cerveza. Liberan dióxido de carbono.
- Evite los chicles y pastillas. Cuando come chicle o pastillas, traga con mayor frecuencia. Parte de lo que está tragando es aire.
- No fume. Cuando inhalas humo, también inhala y traga aire.
- Controle su dentadura postiza. Las dentaduras postizas que no encastran bien pueden hacer que trague más aire cuando come y bebe.
- De una caminata corta después de las comidas.
- Trate la acidez estomacal. Para la acidez estomacal ocasional y leve, podrían ayudarle los antiácidos de venta libre u otros remedios. La enfermedad del reflujo gastroesofágico puede requerir medicamentos en concentraciones de venta bajo receta médica u otros tratamientos.