Ciencia y medio ambiente

Encuentran anomalía en el campo magnético de la Tierra, ¿por qué preocupa a la Nasa?

Se trata de un comportamiento atípico en la capa que protege al planeta de la radiación. Se ubica justo encima de América Latina.

Campos magnéticos terrestres, elementos de esta imagen proporcionada por la NASA. Foto: Gettyimages.

Campos magnéticos terrestres, elementos de esta imagen proporcionada por la NASA. Foto: Gettyimages. / Elen11

El campo magnético de la Tierra es una fuerza invisible generada por el movimiento del núcleo externo de hierro líquido de planeta, que produce corrientes eléctricas. Permite que la vida se desarrolle como la conocemos, ya que además de desviar la radiación solar, ayuda a evitar que la atmósfera se escape al espacio exterior y también protege a la atmósfera de la erosión por el viento solar.

Este campo es importante para la navegación, ya que muchos animales migratorios y aves lo utilizan para orientarse y encontrar su camino. También es esencial para la tecnología moderna, ya que los sistemas de navegación GPS y las redes eléctricas dependen de él para funcionar correctamente.

No obstante, desde hace varios años, la NASA está monitoreando una anomalía que han denominado como la “Anomalía del Atlántico Sur” (AAS), en donde el campo magnético es más débil de lo normal. Se trata de un comportamiento atípico que se presenta justo encima de América Latina y se extiende desde Brasil hasta Argentina.

La mejor manera que los astrónomos de la NASA han descrito al fenómeno es como una ‘abolladura’ y en ninguna otra parte del planeta se aprecia un comportamiento así. Aunque se tiene registro de este fenómeno desde 2020, la preocupación de los investigadores no cede.

¿Por qué preocupa a la Nasa?

La NASA ha sido enfática en señalar que esta región más débil no afecta a la vida en la Tierra. Sin embargo, no se puede decir lo mismo del espacio orbital, en donde los satélites artificiales quedan más desprotegidos de la radiación y de las tormentas geomagnéticas.

Generalmente los problemas en los aparatos son leves, como pequeños errores en el funcionamiento, pero la posibilidad de que estos causen pérdidas en datos o daños en instrumentos de navegación es relevante.

La agencia espacial estadounidense ha documentado los encuentros entre los dispositivos que lanza al espacio y su interacción con las partículas cargadas que vienen del Sol. Al ser golpeados por los protones de alta energía que emite la estrella, pueden hacer cortocircuito, funcionar mal y hasta quedar completamente inservibles.

Lo más preocupante para los científicos es la posibilidad de que generen pérdida de datos o daños permanentes, que obliguen a apagar los sistemas de la nave espacial antes de que ingrese a la zona de anomalía.

Un estudio publicado en julio de 2020 sugirió que el fenómeno no es nuevo, sino que es un evento magnético recurrente que puede haber afectado a la Tierra desde hace 11 millones de años.

¿Por qué la ‘abolladura’?

Los campos magnéticos se alimentan de hierro fundido caliente dentro del núcleo exterior de la Tierra, a miles de kilómetros bajo tierra. El movimiento de esa masa genera corrientes eléctricas que crean el campo, pero como ese movimiento no es constante y uniforme puede generar cambios como este fenómeno.

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El análisis sísmico ha identificado regiones del manto bajo África y el Pacífico que son particularmente calientes. Las simulaciones computacionales sugieren que estas zonas reducen el efecto de enfriamiento en el núcleo, provocando cambios regionales o localizados en las propiedades del campo magnético.

“El SAA observado también puede interpretarse como una consecuencia del debilitamiento del dominio del campo dipolar en la región, más específicamente, un campo localizado con polaridad invertida crece con fuerza en la región SAA, lo que hace que la intensidad del campo sea muy débil, más débil que la de las regiones circundantes”, detalló el geofísico y matemático de Goddard de la NASA Weijia Kuang.

Por ejemplo, donde el manto es más caliente, es probable que el campo magnético en la parte superior del núcleo sea más débil, lo que resulta en un campo magnético más débil que se proyecta al espacio sobre el Atlántico Sur, causando problemas para los satélites en órbita.

“Una de las cosas que hace el campo magnético en el espacio es desviar las partículas cargadas emitidas por el Sol. Cuando el campo magnético es más débil, este escudo protector no es tan efectivo”, explica el investigador y añade que “cuando los satélites pasan sobre esa área, estas partículas cargadas pueden interrumpir e interferir con sus operaciones”.

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