La Colombia de Petro, retos y desafíos (parte I)

En Hora20 empezamos una serie de tres programas con los mejores panelistas para analizar el panorama nacional tras más de siete meses de gobierno y una realidad en materia de orden público, una serie de reformas que se le proponen al país y de cambios a un establecimiento al cual parecíamos estar acostumbrados. Se analizó qué ocurriría con el país si al presidente Petro le va mal al materializar la visión de país que propone, los escenarios en términos de democracia, economía y sociedad.

Tras 266 días de gobierno, el país empieza a entrar en días de quiebre ante varios hechos que afectan a los colombianos en medio de una nueva visión de país que plantea el gobierno Petro. Uno de los hechos es el de la paz total, la cual ha tenido movimientos en las últimas horas tras el anuncio del gobierno de suspender el cese al fuego que tenía con el Clan del Golfo y que había decretado desde el pasado 01 de enero. Al tiempo las críticas en la agenda que se definió con el ELN en el último ciclo de negociación, el inicio de la mesa de negociación con las disidencias, así como los reparos ante la falta de implementación del Acuerdo de paz que se firmó con la guerrilla de las Farc.

Otro de los frentes tiene que ver con las reformas, pues el gobierno se ha embarcado en una serie de iniciativas que en pro de eliminar desigualdades, cerrar brechas, generar cambios de fondo y tocar algunos intereses, lanza propuestas como la reforma a la salud que acaba de pasar por un proceso de cambio de la mano de los partidos tradicionales de la coalición; una reforma laboral criticada por varios frentes ante los efectos que tendría en la generación de empleo y una reforma pensional de la cuales estamos pendientes y que habría tenido el respaldo de 86 de los 89 artículos en la Comisión de Concertación.

Lo que dicen los panelistas

Thierry Ways, ingeniero, empresario y columnista en El Tiempo, señaló que reformas como la de la salud ya han sido profundamente modificadas y que en otras iniciativas como la paz total, el gobierno tiene que hacer cambios tempranos, en ese sentido, señala que hay proyectos que se estrellan muy rápidamente con la realidad política y de seguridad, “me temo que los otros proyectos se estrellarán con otras realidades y eso no es imponer reformas y que iban a salir tal como estaban planteadas, tienen que pasar por trámites, el Congreso y presión de la sociedad civil”.

Se preguntó si al final del 2023 los grandes proyectos e iniciativas de cambio se habrán desnaturalizado y quedado sin contenido, “podemos tener un gobierno que como quiso hacer todo rápido, no sé qué sigue, todo se saca muy pronto y no sale como quisiera; del lado del gobierno estaría preocupado que a finales del 2023 quemara todos los cartuchos”.

Para María Alejandra Villamizar, periodista, analista y experta en temas de paz, estamos ante diferentes velocidades, pues considera que se está midiendo al gobierno con una vara diferente, algo que afirma, es natural “el lenguaje es nuevo, las personas en el escenario de gobierno son diferentes, hay que dimensionar lo que representa Petro en la historia política del país y este momento en el que tenemos en democracia ante las redes, noticias falsas”. Por otro lado, señaló que el gobierno subestimó la oposición que iba a tener, “creyeron que, neutralizando a Uribe, generando ruptura entre izquierda-derecha y llamando a Lafaurie al diálogo con ELN, se bajaba las aguas, pero la oposición no es solo ideológica, también viene por sectores”.

Aseguró que el sacudón ha sido real y que puede ser temprano hacer un balance sobre si el gobierno va mal, “creo que está bien que tenga oposición, que demos debate en reformas, cómo se quiere el cambio y qué se quiere”.

Vicente Durán-Casas, sacerdote jesuita, profesor en la Universidad Javeriana y columnista, planteó que el presidente se mueve en dos dinamismos que son contradictorios y difíciles de articular, “el presidente ganó las elecciones, no una revolución y ahí hay una diferencia entre el triunfo de revolución como la cubana a ganar elecciones; ganó elecciones y ya había algo de contradicción porque como candidato él expresaba que no era democracia y resulta que sí era, ganó elecciones un candidato con muchos cambios y muy de fondo”.

Explicó que ganar las elecciones implica un proyecto de cambio legítimo que debe someterse a las leyes de la sociedad, la separación de poderes y la división de las tareas del Estado que no se deben desconocer, “hay discursos del gobierno donde eso no se toma tan en serio; está la plaza pública y el balcón cuando dice que el país ya aprobó los cambios al elegirlo presidente y, ¿dónde está el congreso?”

Ricardo Ávila, periodista, consultor y analista senior en El Tiempo, recordó que el presidente Petro llega al poder con poco más del 50 por ciento de los votos, “en ese sentido, su nivel de legitimidad es relativo y estrecho ante lo que hemos visto en el caso del triunfo de otros gobiernos de izquierda en la región”. Por otro lado, planteó que el lio está en que se comienza a encontrar dificultades de ejecución y “es ahí donde se generan dificultades porque es pasar del dicho al hecho y eso tiene que ver tanto con efectividad en materia de presentar reformas como el propio ejercicio de gobernar; ahí se ven falencias del equipo”.

Señaló que, si al gobierno le va mal, no es una buena noticia para el país, pero afirma que esas razones por las cuales no hay éxito en temas como la paz, es la asignación de responsabilidades, “ahí viene el choque entre la lectura de la opinión y la que hace el propio gobierno y eso determina el paso a futuro y cómo se comporta presidente cuando las cosas se ponen difíciles: si las maneja de manera más pragmática o ideológica”.