¿Por qué los perros defecan apuntando siempre hacia el norte?

El perro es un animal mamífero y cuadrúpedo, el cual fue domesticado hace unos 10.000 años aproximadamente y que, actualmente, convive con el hombre como mascota. Su nombre científico es Canis lupus familiaris. Seguramente muchos no sabrán que existen cerca de 800 razas con gran variedad de tamaños, colores y tipos de pelaje muy variados.

Razas como el Chihuahua pueden medir unos 20 centímetros y pesar menos de dos kilogramos, mientras que otros, son capaces de pesar casi 100 kilogramos y medir más de 80 centímetros, como ocurre con el Gran Danés. Si bien, la naturaleza del perro es carnívoro, hoy en día se suele alimentar como si fuera un omnívoro, apoyado de los concentrados.

Por otra parte, los misterios en el reino animal se ven casi a diario y ahora surgió una nueva teoría que explicaría la razón por la que los perros defecan apuntando siempre hacia el norte. Un equipo de investigadores alemanes y checos se pusieron en la tarea de estudiar de manera exhaustiva los hábitos caninos y encontraron que estos animales alinean su cuerpo de norte a sur con el campo magnético terrestre como una guía única.

El estudio en cuestión fue publicado en la revista científica Frontiers in Zoology, y todo indica, que como ocurre con las brújulas que orientan la aguja al polo norte magnético de la tierra, los perros hacen lo mismo con el eje norte - sur, por eso dan varias vueltas antes de hacer sus necesidades.

El “sexto sentido magnético”, mejor llamado magnetorrecepción también ayudaría a otros animales como vacas, ratones e incluso zorros, para calcular el solto hacia el lugar exacto en el que podrían encontrar a su futura presa.

Origen de la magnetorrecepción

Citando a la regista Scientific Reports, un nuevo estudio aseguró que el secreto para conocer la dirección en la que se ubican los perros en el mundo está relacionada directamente con sus ojos. En la investigación se detectó una “molécula sensible a la luz” que les otorgaría esta capacidad.

Al continuar con la investigación basada en los comportamientos mostrados, también encontraron que todo esto sería posible gracias a los “criptocromos”, una especie de fotorreceptores de luz azul de plantas y animales, que tienen un papel importante en la regulación de los ritmos circadianos, es decir en las oscilaciones de las variables biológicas durante el lapso de un día.