Fotógrafos del Parque Santander luchan por conservar la tradición
Las cámaras de los celulares ponen en aprieto la labor
En el cuello de David Díaz cuelga una correa que llega hasta el pecho y deja caer sobre este una cámara Nikon 5.100. Alrededor revolotean centenares de palomas que se han convertido en las aliadas de este y los demás fotógrafos que se ganan la vida en el Parque Santander de la ciudad de Cúcuta registrando recuerdos con sus lentes.
“Llevo toda una vida dedicándome a esta labor, tengo 45 años trabajando en el parque. Lo más atractivo son las palomas, ellas nos ayudan para que el trabajo de la fotografía sea más fácil, por eso las cuidamos” expresó Díaz.
Saudiel Ramírez es otro de los fotógrafos que gracias a los años dedicándose al oficio ha logrado afinar su ojo. Frente a su lente posa una joven, quien pone sobre su mano unas semillas que inmediatamente atraen a las palomas. Ramírez prepara su cámara, ajusta la apertura del diafragma, configura la velocidad de obturación y el ISO, finalmente presiona el obturador y logra capturar el momento.
“Somos cinco fotógrafos en el parque, con la experiencia que tenemos, debemos tomar la foto profesionalmente. La clave de una buena foto es el ojo de quién la hace” manifestó Ramírez.
Por largos años, los fotógrafos del parque se han convertido en personajes reconocidos de la ciudad gracias a la dedicación y buenas imágenes que hacen. “El precio de la foto es de 10.000 pesos, se entrega de forma inmediata a la persona. La tecnología nos tiene un poco afectados, pero al día logramos tomar de ocho a 10 fotos” dijo Rodríguez.
Con esta labor, logran llevar alimentos a sus hogares y sostener económicamente a sus familias. Las cámaras de los celulares han disminuido las sesiones de fotos y con ello los ingresos económicos, pero, aun así, la tradición se conserva.