Así se hizo “el cambiazo” en la compra de aviones de la Policía Nacional
La Contraloría ha encontrado diversas irregularidades en la compra de un jet de lujo Embraer Legacy 600 por 12 millones de dólares y de 2 aviones ATR 42-500, por otros 12 millones de dólares para dotar a la Policía Nacional. Pero, ¿cómo argumentaron la adquisición de estas aeronaves?
La Policía Nacional adquirió un jet Embraer Legacy 600 de lujo con presuntos sobrecostos, y dos más ATR-42 500 por otros 12 millones de dólares, en dos contratos con empresas de Arauca que tendrían las mismas irregularidades de las compras del jet, que no tienen experiencia en la venta de aviones y que sus representantes legales son personas muy jóvenes y humildes de esta región.
La Contraloría ha encontrado diversas irregularidades en la venta de estas aeronaves, empezando por los sobrecostos, la falta de experiencia de los vendedores, y el tiempo récord en que se llevó a cabo la compra. Pero para desenredar esta pita hay que irse un poco atrás y entender por qué se decide que la Policía debe comprar estos aviones.
En el 2013, la Policía Nacional se da cuenta que necesita iniciar un proceso de expansión de su capacidad aérea, debido a que no tenía ni helicópteros, ni aviones suficientes para movilizar a los uniformados y ejercer sus labores de vigilancia. Entonces se estableció un plan de compras que se tendría que ejecutar entre el 2015 y 2030.
Para empezar a comprar las aeronaves que se necesitaban, la Policía hace un Convenio con la Corporación de la Industria Aeronáutica colombiana (CIAC), para que ella se encargue de la compra de 1 Jet Embraer Legacy 600, 2. Aeronaves Embraer ER 140 (capacidad de 50 pasajeros) Y 2 ATR 42- 500.
Pero el 1 de enero de 2022, firman un documento en donde avalan sin ninguna justificación el cambio de características de las aeronaves que se iban a adquirir. Cambiaron los Embraer ER-140, con capacidad para 50 pasajeros, por 3 Embraer Legacy 600, que son jets de lujo con capacidad para 13 personas, y metieron un avión ATR- 42-500 de más y uno más de marca Cesna. Es decir, se decidió la compra de 6 aviones distintos a los que se habían aprobado en las mesas de trabajo en meses anteriores, por un valor de $58 mil millones c/u, mientras que los Embraer ER-140 valían $35 mil millones por unidad.
El documento aparece firmado por el subdirector de la Policía, el General Hoover Alfredo Penilla, junto al coronel Juan Julio Villamil, quien en ese momento estaba como jefe encargado del Grupo de Direccionamiento Estratégico y de Recursos de la Policía Nacional, porque el titular estaba de vacaciones.
A pesar de los cambios y los valores adquisitivos tan diferenciales en el precio de las avionetas, CIAC, encargada de hacer las compras, comienza de inmediato el proceso dividiendo las compras en varios contratos: comienzan con la compra de un jet de lujo y dos ATR-500, para lo cual eligen a los Consorcios PNC y ALAS, conformados por Río SUR SAS, que tiene tres empresas de Arauca, vinculadas a Juan Carlos Manosalva, conocido como el “Zar de la contratación”.
Sin embargo, la compra del jet Embraer Legacy 600 que se había establecido se vio enredada cuando varios miembros de la Policía y de CIAC viajaron a ver la aeronave en Letonia, y se dieron cuenta que no cumplía con las especificaciones que necesitaban, por lo que el vendedor les ofreció otro y decidieron comprarlo, sin duda alguna.
Cabe resaltar que toda compra del Estado, y más en estas materias de seguridad, tiene que contar con unas especificaciones. Pero esto no fue problema, porque cambiaron las precisiones y todos los requerimientos para que les cuadrara la compra de ese segundo jet por un valor de 12 millones de dólares, a pesar de ser más costoso que el primero y tener un uso de 16 años.
¿De dónde salieron los recursos para la compra de las avionetas?
Con recursos de la Policía se pagó solo el 33%, es decir cerca de $67 mil millones, y el resto se pagaron con dineros de un crédito de la Nación por $135 mil millones, que está hoy prestado a una tasa del 4,6% de interés.
Pero lo curioso del asunto, es que en ese entonces el presidente Iván Duque, el 17 de mayo de 2022 dijo que no seguiría adelante con la compra de estos aviones, pero la venta se hizo el día anterior, 15 días antes de la fecha que se había puesto en el cronograma como el día en que se debía celebrar el contrato, que era el 31 de mayo. Es decir que en solo 4 meses, lograron hacer los requerimientos del avión, buscar las compañías y encontrar los aviones en el mundo; algo que para los expertos es imposible en una convocatoria abierta y transparente.