Al general (r) Zapateiro le habían alertado del tráfico de armas en el Ejército
El entonces comandante recibió un informe de la Inspección sobre los escandalosos hallazgos en un batallón.
Bogotá D.C.
Caracol Radio conoció un documento secreto de las Fuerzas Militares que advertía de la pérdida de material de guerra en la Tercera Brigada de Cali, Valle del Cauca, y de una posible red de tráfico de armas al servicio de las disidencias FARC en Nariño.
La incautación de 5.000 cartuchos calibre 5.56 en Buenaventura en enero de 2020, que salieron de uno de los batallones, encendió las alertas por corrupción que fueron reportadas casi de inmediato al general (r) Eduardo Enrique Zapateiro, entonces comandante del Ejército Nacional.
El informe fue elaborado por el Mayor General Jaime Agustín Carvajal Villamizar, en ese tiempo Inspector General del Ejército Nacional, días después del allanamiento a un barco pesquero en el puerto donde fueron encontradas en cajas las municiones fabricadas por Indumil.
Luego de una exhaustiva revisión de cientos de documentos, soportes, certificados y del software SAP, la Inspección del Ejército Nacional registró 24 hallazgos irregulares en el Batallón de Apoyo y Servicio para el Combate N° 3 ‘Policarpa Salavarrieta’ (BASPC3), cuyo almacenista era el sargento segundo Eduardo Alexis Duarte, hoy detenido en Bogotá por ser el presunto ‘cerebro’ de la organización ilegal.
Entre los hallazgos se evidenciaron omisiones en el seguimiento y control por parte de los diferentes niveles de mando de la Tercera Brigada para la correcta administración de municiones y granadas, “al no proveer verificación al material suministrado y/o consumidos por unidades en operaciones e instrucción”.
La Inspección del Ejército enfatizó que esa falta de control permitió fugas y/o tráfico de material. Es entonces cuando aparece el nombre del Mayor Edwin Valero Soto, ejecutivo de BASPC3.
“Tenía bajo su obligación el control y fiscalización del material de armamento, la firma de las órdenes de suministro, los boletines diarios y los consolidados del almacén de armamento (con todos sus soportes) así como revista mensual del material, control que omitió de forma irresponsable permitiendo la pérdida del material y el manejo irregular de la cuenta fiscal”, señaló la Inspección.
Dos fuentes, una muy cercana a la investigación de tráfico de armas en ese batallón, confirmaron a Caracol Radio que el Mayor Edwin Valero Soto fue retirado del Ejército Nacional y llamado a calificar servicios en abril del 2020 por estos hechos irregulares. Su último cargo fue en la Fuerza de Despliegue Rápido N°4.
Por otro lado, la Inspección también analizó los documentos soporte de los movimientos en SAP de la cuenta fiscal, que “evidencian irregularidades en las órdenes de suministro, comprobantes de préstamo y solicitudes de suministro en las unidades centralizadas por el BASPC3″.
Asimismo, la Inspección comprobó que las unidades militares de la Tercera Brigada no consumieron municiones y granadas, pero sí aparecían como ‘gastadas’ en ejercicios de instrucción y entrenamiento.
“Se encontraron novedades en los lotes, firmas y registros de documentos, así como salidas de material de guerra sin soporte de consumo”, señala el documento restringido del Ejército Nacional que conoció Caracol Radio. También se encontraron faltantes y sobrantes en el material de guerra sin soporte documental ni justificación en el sistema SAP.
De igual manera, la Inspección del Ejército encontró que el archivo de gestión y las cuentas fiscales del almacén de armamento de BASPC3 de los años 2017, 2018 y 2019 estaban en completo desorden, había carpetas perdidas, papeles en sitios inadecuados y libre acceso de personal al batallón que propició la pérdida de documentación.
En el mismo sentido, la instalación incumplió las medidas de seguridad mínimas para garantizar la custodia del material de guerra: el circuito cerrado de cámaras no funciona, el enmallado perimétrico externo no era confiable y no hay mantenimiento al sistema eléctrico.
De este informe, se establecieron 16 posibles indagaciones disciplinarias y otras 9 posibles investigaciones administrativas, todas ‘pendientes por aperturar’ y en ‘averiguación de presuntos responsables’. Caracol Radio habló con la Inspección del Ejército sobre los avances más de tres años después del documento, pero aún no ha obtenido respuesta.
De esa inspección, el único investigado formalmente, con incidencia disciplinaria, fue el sargento segundo Eduardo Alexis Duarte. En 2023 fue capturado con seis de sus cómplices en una operación simultánea en Bogotá, Florencia y Cali, como el presunto cabecilla de la red de tráfico de armas en el Ejército Nacional.