El Arsenal dio un paso más rumbo al gran objetivo: volver a gritar campeón de la Premier League. Este domingo, los dirigidos por Mikel Arteta vencieron agónicamente 3-2 al Manchester United y mantienen la ventaja respecto al City, su directo perseguidor.

Inicio a puro gol

Pero la historia no empezó de la mejor manera en el Emirates. Pasado el cuarto de hora de partido (17′), Marcus Rashford silenció el estadio con un soberbio remate de media distancia que se coló contra el palo derecho de Aaron Ramsdale.

Siete minutos después llegó la paridad por intermedio de Eddie Nketiah, gran figura del encuentro. El joven atacante aprovechó un centro pasado de Granit Xhaka para rematar de cabeza en el segundo palo. Buena anotación para un futbolista que parece haber encontrado por fin un lugar en el primer equipo.

En adelante, los dueños de casa trataron de mantener la posesión y construir a partir de rapidas combinaciones, mientras que la visita apeló a las transiciones rápidas para intentar ponerse nuevamente en ventaja.

Complemento movido

La segunda parte inició con alegría para Arteta y los suyos. Al 53′, Bukayo Saka recibió sobre el costado derecho, recortó hacia dentro para dejar en el camino a su marcador y soltó un misil de pierna izquierda que dejó sin opción a David De Gea. Espectacular anotación que puso a delirar a todo Emirates.

Aún así, la alegría fue efímera. Seis minutos después, una flojísima salida de Ramsdale, que intentó puñetear un centro al área, terminó en un cabezazo englobado de Lisandro Martínez que dejó sin opción al rival, más allá del forzado cabezazo de Gabriel en la línea final.

La tensión se apoderó de los jugadores y la afición. La goleada del City ante Wolverhampton obligaba al Arsenal a ganar o ganar para mantenerse alejado de su perseguidor.

Final de infarto

Sobre los 83′, De Gea se visitó de héroe. Nketiah recibió un rebote casi que a la altura del área chica y de pierna izquierda intentó fusilar al guardameta español, pero este a puro reflejo mandó el balón al tiro de esquina. Atajada de antología. Hizo recordar al De Gea de hace unos años.

Y cuando todo parecía sentenciado con tiempo cumplido, Nketiah firmó su noche soñada. Leandro Trossard, reciente fichaje gunner para esta temporada, abrió por derecha para Oleksandr Zinchenko que centró a ras, Martin Odegaard remató mordido y casi que al lado del palo la empujó el chico del partido. Emirates entero se vino abajo.

Si bien el VAR revisó la acción por un probable fuera de lugar de Zinchenko en el inicio y posterior a ello la posición de Nketiah. Todo fue lícito y los tres puntos quedaron en poder del Arsenal, que llega a 50 unidades y sueña con volver a ganar una Premier luego de 19 años. La última fue en la temporada 2003-04 con el inolvidable equipo de los Invencibles.