Washington DC

El partido republicano no logra consenso para elegir al presidente de la Cámara de Representantes, tras tres votaciones fallidas, se espera una cuarta marcando un hecho histórico en el Congreso de los Estados Unidos.

Este martes en la tarde, en el Capitolio se llevaron a cabo tres votaciones en donde tanto los republicanos como los demócratas propusieron sus candidatos para la presidencia de la Cámara Baja, tras la salida de la demócrata Nancy Pelosi.

A pesar de que los republicanos tienen el control de la Cámara con 222 congresistas Vs. 212 de los demócratas, los conservadores no logran ponerse de acuerdo y elegir a un orador.

El demócrata Hakeem Jeffries cuenta con el apoyo unánime de su partido, es decir 212 votos, mientras que Kevin McCarthy, el candidato republicano más opcionado, cuenta con 202 votos. Un pequeño grupo de republicanos radicales nominó a un segundo candidato, el representante Jim Jordans quien cuenta con al menos 20 votos a su favor.

¿Cuántos votos de necesitan?

Para que un nominado gane la contienda, necesita una mayoría técnica que son 218 votos a favor, como ninguno ha logrado, la votación continuará hasta que se alcance una mayoría, por esta razón este miércoles los legisladores regresarán a plenaria y votarán nuevamente.

Pero estos 218 votos no es una cifra absoluta, pues depende del número de congresistas que asistan presencialmente a la votación. Si en las próximas votaciones van menos congresistas el umbral es menor.

¿Por qué es importante esta votación?

Hasta que no se decida quién será el presidente de la Cámara no es posible que comiencen las labores de los legisladores. Esta es la primera vez en 100 años que un candidato no logra la mayoría en primera votación para el mazo.

¿Qué pasa si no se logran los 218 votos para la mayoría?

Si bien esta situación no ha sucedido en un siglo, existe un precedente de que el proceso de elección de un orador puede llevar días, semanas o incluso meses.

En 1855 y 1856, se necesitaron 133 votaciones en el transcurso de dos meses para elegir al nuevo orador. En 1923, se necesitaron nueve votaciones después de que un grupo de republicanos progresistas se negaron a apoyar al candidato del partido de ese entonces, Frederick Gillett, hasta que se hicieron ciertos cambios en las reglas, una situación que refleja lo que Kevin McCarthy ha estado enfrentando.

En dos ocasiones, la Cámara votó para cambiar las reglas y elegir al orador por pluralidad en lugar de por mayoría porque los miembros temían que nunca podrían elegir a un orador por mayoría de votos.