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Ciencia y medio ambiente

¿Qué relación tiene la depresión con las bacterias intestinales?

La salud intestinal está estrechamente ligada a los estados de ánimo de las personas

¿Qué relación tiene la depresión con las bacterias intestinales? // Getty Images / Gorodenkoff Productions OU

Desde hace varias décadas estudios han relacionado la salud intestinal con la salud mental. En varias ocasiones se suele escuchar que el intestino es el segundo cerebro y, aunque para muchos esta idea solo sea un dicho, lo cierto es que en realidad no está muy alejada de ser cierta. Claro está que el intestino no podría coordinar las funciones motoras de las que se encarga el cerebro, pero si tiene mucho que ver en cuanto a las enfermedades mentales y a la propia actividad cerebral.

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En estudios recientes se ha estudiado la relación que podrían tener algunos microorganismos presentes en el intestino con la aparición y la gravedad de algunos trastornos mentales. Dentro de los resultados, varios científicos concuerdan que la salud de la flora intestinal impacta significativamente en la salud mental de las personas, incluso mucho más de los que se tenía por entendido.

Frente a los nuevos descubrimientos, los expertos señalan que estos dan un rayo de esperanza para poder tratar con mayor eficacia, desde la microbiota intestinal, algunas patologías asociadas a los estados de ánimo de las personas. Esto teniendo en cuenta que según las cifras publicadas por la revista especializada BMC Medicine, cerca de un 11,15% de la población mundial sufre de depresión. Cifras que evidenciaron un incremento gracias al efecto secundario de la pandemia de Covid-19.

Las enfermedades mentales, pese a todos los avances, siguen siendo difíciles de llevar, desde identificar las causas que las originan, el diagnóstico médico y hasta los tratamientos para calmarlas son bastante complicadas, incluso para los más expertos.

Dentro de los análisis para determinar la relación que tiene la microbiota intestinal con la depresión y otros trastornos de ánimo, algunos se basaron en el traspaso de la microbiota de pacientes diagnosticados con depresión a ratas saludables. Al cabo de un tiempo se observó que las ratas que habían sido inducidas con este tipo de gérmenes mostraron cambios de ánimo y conductas depresivas.

En otros se logró evidenciar que el consumo de probióticos y prebióticos también podían afectar el estado de ánimo y la ansiedad de las personas.

¿Cómo se relaciona la depresión con la salud intestinal?

Dentro los estudios realizados, los investigadores detectaron que las bacterias Faecalibacterium y Coprococcus, están asociadas a la buena calidad de vida y que los niveles bajos de las bacterias Dialister y Coprococcus eran frecuentes en los pacientes depresivos.

Según los estudios las personas con síntomas depresivos mostraban un aumento significativo de géneros Eggerthella, Sellimonas, Lachnoclostridium y Hungatella y una disminución considerable en los géneros Subdoligranulum, Coprococcus, Eubacterium ventriosum y las familias Ruminococcaceae y Lachnospiraceae.

Muchas de estas bacterias están asociadas a la síntesis de algunas sustancias claves que desencadenan la depresión, algunas de estas son: el glutamato, butirato, serotonina y ácido aminobutírico (GABA).

Glutamato: Es un neurotransmisor excitador más abundante del cerebro.

Butirato: Sustancia con activos antidepresivos.

Serotonina: Es el neurotransmisor, también considerado como hormona, que tiene como función servir de mensajera, y tiene una gran repercusión en el estado de ánimo de las personas y en la digestión. La serotonina es clave en el eje intestino-cerebro.

GABA: Inhibe el sistema nervioso central y contrarresta la acción del glutamato.

Según los análisis, la salud intestinal puede influir de manera relevante en la producción de estas sustancias a través del nervio vago afectando así la actividad cerebral y el estado de ánimo.

¿Una mala salud intestinal produce depresión?

Pese a los hallazgos que relacionan la microbiota intestinal con la salud mental los expertos no han podido llegar al punto de esclarecer puntualmente las causas de los trastornos de estado de ánimo. Si bien, se ha comprobado que existe una estrecha relación entre las bacterias del intestino y la actividad cerebral, sigue existiendo la incógnita de que si son los microorganismos intestinales los que provocan la depresión o si, por el contrario, es la depresión la que origina estos cambios en la microbiota.