Es un homenaje merecido: Silvia Tcherassi por reconocimiento a su mamá
Vera De Tcherassi fue homenajeada por su labor para la siembra y protección del árbol macondo en el Caribe
La diseñadora barranquillera Silvia Tcherassi destacó el esfuerzo de su mamá, Vera De Tcherassi, para salvar al árbol macondo, por el que ha trabajado durante más de una década para su conservación.
“Esto es un homenaje muy merecido porque ella es una mujer que todo lo que sueña, lo trabaja y lo lucha para volverlo realidad y ese era uno de sus sueños y que el árbol de macondo ya no esté en peligró de extinción gracias a ella, es un logro para la cultura general de América latina”, dijo para Caracol Radio.
Con la frase “Macondo somos todos”, Vera De Tcherassi resume lo que significa la labor que ha venido adelantando desde hace 15 años, para la siembra y preservación de la especie macondo, considerado, hasta entonces, un árbol en vía de extinción.
De Tcherassi fue una de las homenajeadas especiales por la Universidad del Norte, en el marco de los Premios Macondo, durante la Cátedra Europa, donde se reconoció su liderazgo para promover la conservación de macondos en Barranquilla y el Caribe.
“Me siento muy honrada por esta labor que he hecho, la cual me ha permitido sembrar más de 1.000 árboles en el Caribe colombiano”, destacó la homenajeada, durante una entrevista que concedió a Caracol Radio, y en la que recordó cómo nació esta apuesta, que considera como un proyecto personal por su gusto con la obra de Gabriel García Márquez.
De Tcherassi recordó que su primer contacto con la especie, fue gracias a un campesino de la región, que tenía sembrado el que era considerado el único árbol.
“Soy una ‘gabólatra’ y en una ocasión en los años 90, leí por primer vez la descripción de macondo y siempre supe desde ahí que macondo era un árbol. Luego quise investigar y eso me llevó a conocer a un campesino llamado Melquiades, entablé con él una cercanía y al año siguiente me dio una flor y de ahí salieron los primeros frutos del árbol que está sembrado en nuestra empresa”, explicó.
El árbol ha dado los frutos suficientes para donar en diferentes zonas del Caribe y en Barranquilla, donde se ha promovido su cuidado, tanto en la Universidad del Norte como en el barrio La Paz, a través del padre Cirilo Swinne.