Musical sobre el 11-S logra mantener su éxito tras 21 años
"Come From Away", ambientado en los ataques que cambiaron para siempre a Nueva York y al mundo, sigue poniendo en pie al público.
Veintiún años después de los atentados terroristas del 11 de septiembre, el musical "Come From Away" (Venidos de lejos), ambientado en los ataques que cambiaron para siempre a Nueva York y al mundo, sigue poniendo en pie al público de Broadway con una historia de solidaridad, superación y grandes dosis de humor.
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La obra cuenta el periplo de los casi siete mil pasajeros de 38 vuelos internacionales que el 11 de septiembre de 2011 fueron derivados a la localidad de Gander, en la isla canadiense de Newfoundland, tras el cierre del espacio aéreo estadounidense, y de cómo los habitantes de esta población los acogieron durante varios días.
El musical trata sobre un "grupo de personas de todo el mundo que recibe ayuda, se ayuda mutuamente y se une como comunidad en un momento de oscuridad", cuenta a Efe el canadiense David Hein, compositor y guionista de la obra junto a Irene Sankoff.
Ganadora del premio Tony a mejor dirección de un musical y de cuatro Oliver, "Come From Away" se ha convertido en la obra canadiense que más tiempo ha permanecido en cartelera en el barrio de los musicales de Nueva York, así como en el musical más representado en el teatro Gerald Schoenfel, donde ha levantado el telón en más de 1.670 ocasiones.
Las canciones y los diálogos entre pasajeros y lugareños evolucionan desde los primeros momentos de confusión y desconcierto, hasta la integración de los recién llegados entre los entregados habitantes de Gander, pasando por las reacciones tras conocer los atentados o los intentos desesperados de algunos de los viajeros de contactar a familiares que estaban en las Torres Gemelas aquella mañana de septiembre.
UN ÉXITO INESPERADO
La también canadiense Sankoff confiesa a Efe que cuando estaban trabajando en la obra, que cerrará definitivamente el telón en Broadway el próximo 2 de octubre, pensaban que se circunscribiría a un público de educación secundaria y universitaria de su Canadá natal.
"Pero las personas que se quedaron varadas en Gander y personas que vieron el espectáculo y que habían perdido a miembros de su familia ese día o que habían escapado de las torres se mostraron apasionados con la idea de que la historia saliera a la luz", dice la guionista, que junto a Hein asegura haber entablado una gran relación con Gander y sus habitantes.
De hecho, ambos han visitado en numerosas ocasiones la localidad, tanto para recabar información e inspiración para sus historias y diálogos, como para representar la obra; y esperan volver a visitarla este septiembre.
NO ES LA HISTORIA DE UNA TRAGEDIA
Hein insiste en que "Come From Away" no es un espectáculo sobre una tragedia. "Esa es la razón por la que la llamamos una obra sobre el 12-S en lugar de un musical del 11-S" cuenta, antes de argumentar que se ambienta en las "historias asombrosas, alegres y divertidas" que contaban los habitantes de Gander y cómo respondieron éstos con humor y música a esa tragedia.
"Así es como responden a la vida en un lugar (Gander) que algunos llaman ´la roca´ por el frío y por su dureza, y cómo celebran la vida y se unen como comunidad", insiste Hein.
El musical recoge también algunos momentos de desconfianza por el exceso de hospitalidad o los brotes de racismo hacia un pasajero egipcio y musulmán, pero no se encuentra en ninguno de los personajes un "villano" que intente sacar provecho de la tragedia.
"No hay un antagonista en el espectáculo, porque el antagonista, en gran parte, es el propio 11 de septiembre (...). La memoria del 11-S es lo suficientemente antagonista como para usar el miedo y la ira y la división en ese momento. Eso es contra lo que la gente está luchando", dice Hein que precisa que en toda la obra solo se menciona en una ocasión la palabra terrorista y el nombre de las Torres Gemelas.