Michael Matthews se impone en la fuga y logra la victoria de la etapa 14
Rigoberto Urán fue el mejor colombiano. Nairo Quintana perdió tiempo, aunque sigue sexto en la general.
El australiano Michael Matthews (BikeExchange) se impuso en la jornada 14 del Tour de Francia que tuvo final en Mende, una fracción de 192,5 kilómetros que salió desde Saint-Ettiene y que contó con cuatro premios de tercera y uno de segunda categoría.
El día estuvo protagonizado por los colombianos Daniel Felipe Martínez y Rigoberto Urán, que hicieron parte del grupo de fuga de 21 ciclistas que se conformó muy temprano y al final terminó dando al ganador del día.
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A falta de 20 kilómetros y con un pelotón rodando a más de 10 minutos de diferencia, el australiano Michael Matthews y el italiano Alberto Bettiol se apartaron del grupo escapado y la disputa de la etapa se resumió a ellos dos. Sin embargo, el pedalista del Bike-Exchange remontó cuando parecía abatido y dejó sin opción al italiano, que terminó llegando a 15 segundos.
Respecto a los colombianos, Rigoberto Urán fue el mejor de la jornada; cruzó la meta en el puesto 11 a 1 minuto y 17 segundos. Martínez por su parte, llegó 17 a 4'45.
La mala noticia del día la dio Nairo Quintana, que perdió 17 segundos en la clasificación general, aunque sigue ocupando la sexta casilla a 4'15'' del portador del maillot amarillo, Jonas Vingegaard.
La lucha entre el danés y Tadej Pogacar se mantiene igual. En la fracción de este sábado el esloveno atacó, pero el corredor del Jumbo Visma respondió y cruzaron la meta uno tras el otro. La diferencia entre ambos es de 2'22'', la cual muy seguramente se mantendrá hasta la llegada a los Pirineos.
Difícil pensar que en Mende, una ciudad del macizo central, el Tour de Francia no huela a pólvora, porque el trazado de la etapa que acaba en su aeródromo es sinónimo de pelea.
Allí se han vivido finales épicos, como la victoria de Laurent Jalabert en 1995, que da nombre a la subida, pero también la de Omar Fraile en 2018, la última de un español en el Tour de Francia, hace de aquello ya 83 jornadas.
En esta ocasión, la carretera partirá de Saint-Étienne y recorrerá 192,5 kilómetros llenos de trampolines para lanzar ataques, de momentos picantes a lo largo de la carrera.
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Cuatro puertos de tercera y, sobre todo, uno de segunda, la subida a la Croix Neuve, 3 kilómetros al 10,2 % que llevan hasta el aeródromo que servirá de meta, situada solo kilómetro y medio más tarde de la cumbre.
El espectáculo está asegurado en ese final, tanto desde el punto de vista de la competición, con esa cota durísima, como en el limpio "sprint" final, totalmente despejado en una pista de aterrizaje que ofrece una pelea vistosa.
Será el tercer aeródromo que sirva de meta en esta edición, junto al de Megève en la décima etapa, que acabó con victoria del danés Magnus Cort Nielssen, y la 17, que terminará en el de Peyragudes.
El perfil es propicio a las escapadas, con 3.400 metros de desnivel positivo, la quinta más dura en ese sentido, numerosas cotas repartidas por todo el territorio y dos mesetas azotadas por el viento que pueden hacer estallar el pelotón en mil pedazos.
El terreno es también propicio a sorpresas entre los pretendientes a la general, que ya no tienen tantas oportunidades de jugar sus cartas y que pueden utilizar esta jornada para lanzar sus ataques.
