Ciencia y medio ambiente

Progreso sostenible, el compromiso de las empresas para dejar huella

En Colombia, muchas empresas se han ido sumado progresivamente a este pacto global

Progreso sostenible, el compromiso de las empresas para dejar huella

Progreso sostenible, el compromiso de las empresas para dejar huella / Cortesía : Enel - Codensa

El 25 de septiembre de 2015, líderes de todo el mundo acordaron acogerse a un plan de desarrollo sostenible que involucra todas las áreas de la vida humana. Se trata de la Agenda 2030 del Pacto Global de las Naciones Unidas, la cual insta a los gobiernos, empresas e instituciones a adoptar 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar una prosperidad equitativa a través del trabajo conjunto.

Cortesia:Enel Codensa

En Colombia, muchas empresas se han ido sumado progresivamente a este pacto global, creando diferentes estrategias para generar progreso en las comunidades que impactan y contribuir a mitigar el cambio climático. “La sociedad cambió de manera radical y las empresas quieren ser mejores ciudadanos corporativos para contribuir a la solución de problemas. Para ello crean estrategias que no solo están dirigidas a generar riqueza, que generan valor, oportunidades y empleo, sino que también buscan acelerar los temas de inclusión para evolucionar en la construcción de oportunidades para todos”, explica Nicolás Uribe, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Bogotá.

El grupo Enel en Colombia forma parte de las empresas que están comprometidas con la Agenda 2030, para lo cual cuenta con una estrategia de sostenibilidad que prioriza a 6 de los ODS. Estos se enfocan en el desarrollo de proyectos y programas para brindar educación (ODS 4), dar acceso a la energía (ODS 7), promover crecimiento económico (ODS 8), impulsar la industria y la innovación (ODS 9), construir ciudades sostenibles (ODS 11) y ejecutar acciones para mitigar el cambio climático (ODS 13).

En Enel tenemos un principio y es el de hacer lo correcto en todo momento y en todas las circunstancias. Nuestra estrategia de sostenibilidad contempla un modelo de valor compartido que busca entregar valor a todas las comunidades a las que impactamos con nuestros proyectos. El desarrollo de las ciudades y los territorios tiene que venir necesariamente acompañado por el progreso sostenible de las personas que habitan en ellos. La sostenibilidad del negocio se fundamenta en la ética en el trato con todos los actores de interés, en el cuidado y la protección del medio ambiente y la inclusión genuina del eje social como parte de nuestra operación”, destaca Lucio Rubio, director general de Enel en Colombia.

En Cundinamarca, a través del programa Plan Semilla, 415 jóvenes han recibido formación a través de una alianza entre Enel y el SENA para acabar vinculándose a la operación de Enel-Codensa, en un esfuerzo por generar oportunidades de desarrollo para jóvenes de poblaciones vulnerables, incrementando sus oportunidades de empleabilidad con tres centros de entrenamiento que les permite prepararse para su vinculación laboral. Mientras estos jóvenes reciben formación para su vida, otros cundinamarqueses se benefician de la iniciativa “Cundinamarca al 100%” que busca llevar el servicio de energía a los lugares de más difícil acceso en el departamento. La inversión de este proyecto llega a 10.46 millones de euros y ya ha logrado llevar energía a cerca de 4.000 familias que carecían de este servicio.

En el departamento del Huila, Enel participa de un programa para fortalecer la cadena de producción del mercado de cacao durante los próximos 30 años. 700 hectáreas están siendo intervenidas para establecer un cultivo amigable con el medio ambiente que fortalecerá a 7 asociaciones cacaoteras de la región. En el norte del país, ya funciona el proyecto “Agua Guajira” que, bajo el sistema de obras por impuestos del gobierno nacional, permitió la construcción de un acueducto que funciona a partir de energía solar en la comunidad de Wimpeshi en la Guajira y que abastece de agua potable a 3.000 indígenas Wayuú. El proyecto busca expandirse con un segundo acueducto para la comunidad de Amalipa, impactando a 2.500 personas más, así como la construcción de 18 reservorios de agua para otros usos como la agricultura.

Cortesia:Enel Codensa

En Bogotá, durante la construcción de la subestación eléctrica Compartir, Enel impactó la comunidad con más que energía. Se desarrollaron iniciativas como talleres de reutilización de residuos, y el embellecimiento de la subestación con ayuda de las personas y semilleros para emprendedores. La comunidad, con el apoyo de Enel, creó sillas, mesas, bibliotecas, puertas y otros elementos a partir de desechos sólidos de la construcción, e hicieron piezas de arte decorativas con materiales reciclados que hoy adornan la subestación; también asistieron a 4 jornadas de restauración de zonas verdes, y surgieron 38 proyectos de emprendimiento con la asesoría de la empresa.

Cortesia:Enel Codensa

El compromiso de las empresas debe ir más allá del desarrollo económico, considerando factores sociales, ambientales y de buen gobierno corporativo en los procesos de negocio y a lo largo de toda la cadena de valor, siempre tomando en cuenta las comunidades y los territorios en los que operan. Cada día más organizaciones se suman a estos principios gracias a los esfuerzos internacionales que han puesto estos objetivos sobre la mesa. Para Enel, todas estas iniciativas hacen parte un modelo de Valor Compartido que busca generar valor impactando positivamente a las comunidades para garantizar su sostenibilidad, al tiempo que hacen lo correcto.

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