Iglesia: “El Estado es el victimario en Chocó y el occidente de Antioquia”
También aseguró que el Gobierno de Duque es indiferente al recrudecimiento de la violencia en esas regiones.
En total fueron 11 misiones humanitarias que recorrieron durante el 2021 el Chocó y el occidente de Antioquia, en las que participaron iglesias y organizaciones sociales. Este jueves presentaron los resultados en la Conferencia Episcopal de Colombia, ubicada en Bogotá, que evidenciaron, una vez más, el recrudecimiento de la violencia y la falta de atención del Estado en esas regiones.
El monseñor Juan Carlos Barreto, de la diócesis de Quibdó, dijo que la crisis que viven las poblaciones del Chocó y el occidente de Antioquia tiene el carácter de una emergencia compleja que desborda la capacidad de respuesta de los organismos humanitarios nacionales e internacionales.
“El Estado colombiano y el gobierno actual permanecen indiferentes y sin empatía social. Esta crisis, que ha sido denunciada permanentemente, se expresa en algunas constantes como el control territorial de grupos armados, asesinatos selectivos, amenazas a líderes y comunidades”, dijo el monseñor Barreto.
Asimismo, alertó del recrudecimiento de los desplazamientos forzados y masivos, violencia sexual basadas en género y suicidios, especialmente en comunidades indígenas. El monseñor también indicó que siguen las instalaciones de minas antipersona en caminos y cultivos.
“Los enfrentamientos entre el ELN y el Clan del Golfo, aunque se empieza a ver una presencia de las disidencias FARC. La disputa se centra por las rutas del narcotráfico, la minería ilegal, la extorsión y el tráfico de armas”, señaló.
Por otro lado, el monseñor Barreto lanzó un duro señalamiento al Estado, al que culpó de un abandono absoluto en esas regiones y de no garantizar derechos básicos como salud, educación, vivienda digna, productividad y mercadeo, recreación y deporte, seguridad alimentaria y servicio públicos.
“En esta perspectiva, se puede afirmar que el Estado es el principal victimario en estos territorios”, sentenció el monseñor Barreto, quien criticó también la ineficaz presencia de la Fuerza Pública para un adecuado control territorial. “En algunos casos se configura en claras situaciones de connivencia con el Clan del Golfo”, manifestó.
El religioso alertó que estas situaciones están destruyendo los tejidos culturales, organizativos y comunitarios. Asimismo, sometiendo a las comunidades a la hambruna y al exterminio físico y cultural. “La vida de las comunidades negras, indígenas y campesinas, está en alto nivel de riesgo”, señaló el monseñor.
Por su parte, el Monseñor Athahualpa Hernández, de la Iglesia Luterana, pidió a los grupos armados de la región respetar la vida y los derechos de estas comunidades, mientras que solicitó al Gobierno del presidente Iván Duque, reanudar los diálogos de paz con el ELN para decretar un cese al fuego bilateral. “La persistente solución militarista se ha manifestado históricamente ineficaz y con un alto costo de vidas humanas”, señaló.