En Pereira se respira el aroma del café
La capital de Risaralda es reconocida a nivel nacional como una de las regiones más importantes en lo referente a la cultura cafetera.
El café producido en Pereira es uno de los más reconocidos del país debido a sus procesos de innovación, controles de calidad y por su sabor característico lo que, además, consolida al producto como uno de los mayores orgullos de la ciudad. Por si fuera poco, el café es el principal acompañante en los desayunos de los pereiranos que, generalmente, consiste en una arepa con queso, huevo, pan tostado y una buena taza de café.
La producción cafetera en la región cada vez crece más ya que, según cifras de la Federación de Cafeteros de Risaralda, existe en total 45.117 hectáreas para la producción de café, de las cuales brindan un estimado de 40.614 empleos directos ligados a la caficultura. De estos empleos, se contempla que el 93% de los caficultores (casi la mitad son mujeres) son pequeños productores, ya que sus terrenos son menores a cinco hectáreas. Precisamente, una de esas pequeñas productoras es Yenny Castaño, una caficultora inmersa en la cultura cafetera desde su nacimiento ya que su mamá se dedicaba a lo mismo. Jenny afirma que ama beber todo tipo de café, pero admite que su favorito es cuando se sirve bien oscuro y sin azúcar porque fue el que se acostumbró a tomar con su madre.
Yenny, su madre y sus gatos, Niño y Niña, residen desde hace décadas en la finca la Albania de la Vereda El Estanquillo, donde tienen su finca, de una hectárea de extensión, desde la cual cultivan y venden su propio café, un proceso que ha sido apoyado por el acompañamiento técnico que brinda el Comité de Cafeteros de Risaralda, quienes buscan que los caficultores del departamento sean productivos, rentables y sostenibles. En la Albania, Jenny y su madre buscan ser más que una finca cafetera, además comenta, “me parece vital que las mujeres seamos las que nos enfrentemos a todo en las fincas”. Las labores en el lugar inician a horas de madrugada, donde mamá e hija recolectan el café, lo pesan, despulpan, lavan y entregan en gran medida al comité, todo esto con el sueño de crecer como familia y de ofrecerle un café de la mejor calidad a todos los habitantes de Pereira y el Eje Cafetero.