Tres historias insólitas de los Juegos Olímpicos que no se puede perder
El deporte siempre trae curiosas anécdotas difíciles de creer. Los Olímpicos no han sido la excepción y se han vivido cosas increíbles
Veintiocho ediciones de los Juegos Olímpicos y 125 años de historia dan para muchas anécdotas. Algunas resultan tan insólitas que parecen mentira, pero todas ocurrieron de verdad.
Himno que sonó
Al ganar el maratón en los Juegos de Tokio 1964, el etíope Abebe Bikila fue el primer atleta que lograba dos triunfos consecutivos en esta prueba, pese a que 40 días antes había sufrido una operación de apendicitis. Su tiempo, de 2 horas, 12 minutos y 11 segundos, le valió para establecer el nuevo récord mundial de la especialidad. Pero el himno nacional de Etiopía no sonó en honor de Bikila porque los organizadores no esperaban su victoria.
Le puede interesar
- Ceiber Ávila y su historia de superación tras ser desplazado
- Grandes estrellas del deporte que han sufrido de depresión
Agresión a un árbitro
El boxeador español Vicente Loren agredió al árbitro húngaro Gyorgy Sermer después de que este le descalificara en el segundo asalto de un combate de la categoría de los pesos pluma en los Juegos de Tokio 1964. El puñetazo del español envió al árbitro a la lona.
Protesta por medalla de plata
En los Juegos de Múnich 1972 los jugadores de la selección de hockey de Pakistán pisotearon la medalla de plata en la ceremonia de entrega de premios. Protestaron así por la dureza con la que se había empleado la selección germanofederal para ganar la final (1-0). Los paquistaníes fueron sancionados a perpetuidad, inhabilitación que luego fue levantada.