Copa Libertadores histórica: A 17 años de la gloria eterna para Once Caldas
El 1 de julio de 2004, Once Caldas le regalaba a Colombia una de las alegrías deportivas más grandes en toda la historia.
Los 1 de julio en Colombia no volvieron a ser iguales desde aquella final de Copa Libertadores en 2004, donde Once Caldas sorprendió a todo un continente luego de vencer a Boca Juniors desde el punto penal, para de esta manera regalarle al país una de las alegrías más grandes en la historia deportiva.
Luego de 17 años se sigue recordando aquella gesta gloriosa que sirve de orgullo para la región caldense y todo un país unido en una sola voz de aliento para con el equipo blanco que se terminó quedando con el segundo título de este nivel para Colombia.
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Como no podía ser de otra manera, se vivió una final emocionante en el estadio Palogrande de Manizales, que a su vez puso el corazón en la mano de todos los aficionados tras llegar a la definición desde el punto penal para determinar al campeón luego del empate 1-1 en el tiempo regular.
En esta epopeya tiene protagonismo varios personajes. No obstante, destacan los nombres del exarquero Juan Carlos Henao, quien atajó el último penal, el exjugador Jhon Viafara, anotador del gol en los 90 minutos, y el entrenador Luis Fernando Montoya, el campeón de la vida que con su sabiduría encaminó este logro, entre otros grandes nombres que fueron escritos con letras doradas en la historia del fútbol colombiano.
Como si fuera poco, el rival al que Once Caldas venció fue Boca Juniors, aquel equipo de la época que parecía invencible luego de sus dos títulos consecutivos y una solvencia futbolística impregnada por el técnico Carlos Bianchi. El equipo colombiano evitó el tricampeonato seguido del club 'xeneixe', causando un fuerte impacto en la institución argentina.
La cereza en el pastel pudo llegar a finales de ese 2004 en el campeonato Intercontinental ante Porto, donde también hubo definición desde el punto blanco pero esa vez no llegó la diosa fortuna.
Sin embargo, pasarán los años y en la retina de los colombianos así como de las nuevas generaciones, quedará como motivo de orgullo la coronación de un equipo caldense que representó a todo Colombia ante el continente y que unió a un país en tiempos difíciles, donde el deporte y en especial el fútbol, fue, es y será una vía de escape.