"La erradicación forzada no es el camino, es la sustitución de cultivos"

Esta semana se conoció un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito sobre los cultivos de coca en Colombia, los cuáles se redujeron en 2020 a 143.000 hectáreas, lo que traduce a un 7% menos que el área sembrada en 2019.

David Restrepo, director del área de desarrollo rural, economías Ilícitas y medio ambiente de la Universidad de los Andes, analizó en el noticiero de la mañana de Caracol Radio esta reducción de los cultivos.

“Estos resultados no son nada sorprendentes, es la misma línea que han seguido los cultivos de coca en el país en los últimos años, a pesar de que se reduce mínimamente el area, aumenta la productividad”, dijo el profesor David Restrepo.

Explicó que está reducción en el area sembrada y el aumento en la producción se debe a que la política de drogas de Colombia promueve una concentración de los cultivos en lugares donde es mucho más difícil hacer un control de la extensión de los cultivos y donde hay un incentivo para que se invierta en tecnificarlos y generar una mayor productividad en la extracción del alcaloide que es lo que realmente interesa en el cultivo de coca, que es producir clorhidrato de coca para la exportación.

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“La dinámica que se ha reportado en el último informe no es sosprendente y es lo que la política de drogas impulsa, es una bicicleta estática donde se hacen muchos esfuerzos y se logran pocos resultados”.

Insistió en que la erradicación forzada no es el camino, es la sustitución de cultivos, de igual modo, impulsar mecanismos de desarrollo y fortalecer los usos alternativos de la hoja de coca.