Justicia brasileña determina que gobernadores sí pueden cerrar iglesias
La Corte Suprema de Brasil aseguró que las autoridades locales pueden restringir congregaciones religiosas para frenar la pandemia.
La Corte Suprema de Brasil contrarió este jueves al presidente Jair Bolsonaro y determinó que los gobernadores y alcaldes pueden suspender las actividades religiosas presenciales en el marco de las medidas adoptadas contra la pandemia de covid-19.
La decisión fue tomada con una contundente diferencia de nueve votos frente a dos y dejó claro que gobernadores y alcaldes tienen la potestad constitucional de adoptar medidas restrictivas frente a la pandemia y que la inclusión de las misas presenciales entre las actividades afectadas no atenta contra las libertades religiosas.
El cierre temporal de las iglesias de todas las religiones ha sido impuesto en muchas ciudades del país en momentos en que Brasil enfrenta la peor fase de la pandemia y supera las 345.000 muertes y los 13,2 millones de casos, con 4.249 fallecidos este mismo jueves, que constituyen un nuevo máximo para un día.
El magistrado Alexandre de Moraes, quien abrió el camino hacia esa aplastante mayoría, citó que Brasil "supera récords de más de 4.000 muertos por día, personas mueren asfixiadas en hospitales por falta de oxígeno y sólo se ha vacunado al 10 % de la población".
También se refirió a recomendaciones del papa Francisco, dijo que "el Vaticano estuvo vacío en las dos últimas Pascuas" y recordó que "hasta en la Edad Media fueron cerrados los templos en tiempos de la peste bubónica".
La principal voz disonante la entonó el magistrado Kassio Nunes Marques, quien de alguna manera generó el debate con una decisión cautelar dictada el pasado viernes, ahora sin efecto y en la que defendía la apertura de iglesias en aras del "derecho a la libertad religiosa".
"El confinamiento es importante, pero también puede matar. Los suicidios están aumentando y la palabra de un sacerdote o un pastor puede dar la ayuda espiritual necesaria", argumentó el juez, miembro del Supremo desde noviembre pasado y quien alertó además sobre el peligro de un "cercenamiento de otras libertades individuales".
En su alegato, Nunes Marques se alineó con el pensamiento del presidente Bolsonaro, quien le propuso para esa plaza en el Supremo y la víspera reiteró su rechazo al cierre temporal de las iglesias.
"¿Cuál es el último lugar que alguien procura antes de cometer un suicidio? La iglesia. Quien no es cristiano que no vaya", declaró el mandatario en un acto en el que volvió a manifestar su oposición a las medidas que restringen la circulación de personas.
La posición del Gobierno en la audiencia concluida este jueves fue presentada por el titular de la Abogacía General de la Unión, André Mendonça, un pastor evangelista inscrito en esa misma línea y que esgrimió también el concepto de libertad religiosa.
"No hay cristianismo sin vida comunitaria, sin la casa de Dios, sin el día del Señor. Por eso, los verdaderos cristianos no están dispuestos jamás a matar por su fe, pero están siempre dispuestos a morir para garantizar la libertad de religión", declaró.