En medio de la crisis política que se vive en Bolivia y tras la renuncia del presidente Evo Morales, ha surgido también la conversación sobre temas religiosos y su relación con el Estado en ese país.En los últimos días, es usual ver al líder cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, hacer apariciones en público con un rosario en su mano. <strong>El pasado domingo fue hasta la Casa de Gobierno a entregar su propuesta de renuncia de Evo Morales</strong> y llevó una bandera y una Biblia. Junto a dos de sus compañeros se dedicó a rezar durante varios minutos.El martes, la senadora opositora Jeanine Áñez se proclamó como mandataria interina y asumió el poder ante lo que considera una vacancia generada por la renuncia de Morales. <strong>Después de su aparición en el Senado, Áñez se dirigió al Palacio presidencial con una Biblia. </strong>“<strong>Han permitido que la Biblia vuelva a entrar a Palacio. Que dios los bendiga”,</strong> fueron las palabras de la senadora demostrando que iba a tomar juramento, aunque eso no ocurrió.El tema ha vuelto a ser centro de conversación porque durante estos días algunos sectores más conservadores y considerados de derecha han llevado un mensaje religioso a sus protestas contra Evo Morales.Esos sectores reclaman que Morales, al llegar al poder, decidió cambiar la tradición de juramentar como presidente ante la Biblia y <strong>la cambió por hacer una promesa con el puño y la mano en el corazón. </strong>El mandatario además inculcó algunas de sus tradiciones ancestrales y sus creencias indígenas en la naturaleza y la “Pachamama”, lo que en ese momento fue criticado por opositores.